Microsoft logró un nuevo triunfo jurídico durante la semana que concluyó con la decisión de la Corte de Apelaciones de Washington de confirmar la validez del acuerdo extrajudicial alcanzado a fines del 2001, luego de años de batalla jurídica con el Gobierno estadounidense.
Sin embargo, aún no puede cantar victoria.
“Se confirma la sentencia aprobando el acuerdo amistoso”, indicaron los jueces de la Corte de Apelaciones, en respuesta a una demanda del estado de Massachusetts y dos asociaciones que representaban a la industria de alta tecnología.
Massachusetts, que estima el acuerdo demasiado favorable a Microsoft, era el único Estado que seguía la demanda contra el grupo, considerado culpable en el 2000 de prácticas monopolísticas con su sistema operativo Windows, luego de dos años de proceso. Los otros 18 estados asociados a la demanda inicial del Gobierno habían aprobado el acuerdo amistoso.
Decisión controversial
La decisión de la Corte de Apelaciones “envía un mensaje claro y categórico de que el acuerdo amistoso alcanzado hace dos años es una resolución justa y apropiada” de la demanda antimonopolio presentada por el Gobierno y varios estados, estimó Brad Smith, consejero jurídico de Microsoft.
Pero para Tom Reilly, fiscal general de Massachusetts, “esta decisión es una mala noticia para los consumidores, una mala noticia para la competencia y, a fin de cuentas, será una mala noticia para nuestra economía”.
Ed Black, presidente de la Computer and Communication Industry Association (CCIA), que había participado de la apelación, fue más brutal: “Estamos decepcionados, pero no sorprendidos. Microsoft tiene enormes recursos y logró que el Departamento de Justicia cambiara su posición. Es difícil luchar contra él”.
De esta manera, Microsoft sigue avanzando en el arreglo de numerosas demandas en Estados Unidos, ya sean de parte del Gobierno como de estados, de los consumidores o de sus competidores.