Ginebra
La Organización Mundial del Comercio (OMC) rebajó drásticamente este martes sus previsiones sobre el comercio mundial y advirtió que en 2016 el crecimiento será el más lento desde la crisis de 2008, una situación "grave" que debe servir de señal de alarma.
En abril, la organización auguraba un crecimiento del 2,8% este año, pero, en sus nuevas previsiones de este martes, solo prevé una subida del 1,7%.
"La drástica desaceleración del crecimiento del comercio es un asunto grave y debemos tomarlo como una llamada de atención", dijo el director general de la OMC, Roberto Azevedo, en un comunicado.
Los economistas de la organización atribuyen el freno a una caída más importante que la prevista del comercio de mercancías en el primer trimestre del año (-1,1%), así como una recuperación más débil de la esperada en el segundo trimestre (+0,3%).
En particular, la organización cita la ralentización del crecimiento del producto interior bruto (PIB) y del comercio en economías en desarrollo como China y el Brasil, pero también en Norteamérica.
La OMC, que para el 2016 prevé un aumento del PIB real del 2,2%, también está preocupada por el debilitamiento de la proporción entre comercio y crecimiento.
En los años 1990 y 2000, el comercio mundial aumentaba dos veces más rápido que el PIB. Pero este año el volumen de intercambios comerciales aumentará más lentamente que el PIB mundial.
"Es especialmente preocupante la creciente oposición a la globalización. Tenemos que asegurarnos de que todo esto no se traduzca en políticas equivocadas que puedan agravar aún más la situación", dijo Azevedo.
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Entre los factores que explican el freno están, según la OMC, el aumento del porcentaje de importaciones en la demanda de bienes, la ausencia de liberalización del comercio, el aumento del proteccionismo "y posiblemente el papel cada vez más importante de la economía digital y el comercio electrónico".
Según Denis Ferrand, del instituto COE-Rexecode, la contracción del comercio mundial no es necesariamente una consecuencia del proteccionismo sino el resultado de la dinámica económica de cada país.
El freno del comercio mundial "está muy concentrado geográficamente, sobre todo en las economías asiáticas", indica, y en países como China el crecimiento se basa ahora más en la producción de bienes industriales que en otras actividades, como los servicios.
Según Ferrand, en países como Rusia o Brasil, la caída de importaciones y exportaciones es consecuencia de la contracción del PIB.