Los votos del Gobierno causaron la salida, el lunes, del exdiputado liberacionista Óscar Campos de la presidencia de la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz) y el ascenso del representante de los industriales.
El nuevo jerarca de la entidad es Carlos González Argüello, quien logró los cuatro votos de la industria más dos de los representantes gubernamentales –los viceministros de Economía, Industria y Comercio, Jorge Woodbridge, y de Agricultura y Ganadería, Carlos Villalobos–.
Campos obtuvo los votos de los cinco representantes de los productores en la junta directiva.
Objetivo. Campos no dudó ayer en atribuir su salida a una maniobra del Gobierno, como consecuencia de su posición clara y abierta de oposición al Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana.
Representantes de los industriales aseguraron ayer que se dará un viraje total en Conarroz y que los productores hacían “lo que les daba la gana” por tener mayoría de votos en la junta directiva.
Los roces se presentan mientras se atrasa la importación de 36.000 toneladas métricas que se requieren de aquí a diciembre.
La junta directiva de Conarroz rechazó ayer, por segunda vez, ofertas para la compra pues los precios son muy altos.
Mientras el saco de 73,6 kilos de grano nacional en granza está en ¢11.652, fijado por decreto, las ofertas de importación oscilaron entre ¢13.653 y ¢13.870 por esa unidad puesta en puerto Caldera.
Se le debe añadir el costo de seguro y transporte a la industria.
Simple relevo. El viceministro Villalobos negó ayer en todo momento que el TLC o la política mediaran en la votación. Calificó a Campos como “un amigo” y explicó que se trata de un relevo común.
Dijo que todos los sectores tienen derecho a la presidencia.
La presidencia de Conarroz se ejerce por un año, con posibilidades de reelección. Campos llevaba 22 meses en el puesto, pues en el primer período asumió ante la renuncia de Agustín Navarro, luego de dos meses de asumir el cargo.
El exdiputado aseguró ayer que no se siente ni derrotado ni defraudado, sino liberado para seguir en la lucha contra el TLC y por el mejoramiento del sector arrocero.
Campos se mantiene en la junta directiva como uno de los representantes de los productores.
Carlos Bolaños, vicepresidente de Conarroz y representante de los agricultores, advirtió que al Gobierno le “saldrá el tiro por la culata”, pues Campos ahora será más beligerante y menos conciliador.