Más empresas y trabajadores de Costa Rica se agrupan bajo las asociaciones solidaristas, por lo que el ahorro de este sector es actualmente de ¢946.125 millones.
Hace tres años, la cifra fue de ¢456.145 millones.
Según cifras del Movimiento Solidarista Costarricense, en el país existen 335.000 afiliados a una asociación de este tipo.
Esa cantidad representa el 40% de los trabajadores que cotizan a la Caja Costarricense de Seguro Social y un 24% de toda la masa laboral del país, según los representantes del solidarismo.
En el 2002, el número de afiliados fue cercano a los 250.000 trabajadores.
El solidarismo es un movimiento que se inició en la década de 1940, en el que trabajadores y patronos realizan aportes económicos periódicamente.
Las sumas así reunidas constituyen un fondo que se invierte en diferentes actividades para generar ganancias a los asociados.
Además, las asociaciones prestan servicios especiales en salud, educación, vivienda y otros a precios más bajos que los del mercado, ya sea de manera directa o mediante convenios con otras entidades u organizaciones.
Actualmente existen 1.600 asociaciones, de las cuales el 97% son del sector privado.
Beneficios
Walter López, director ejecutivo del Movimiento Solidarista, explicó que las empresas valoran los beneficios que se generan de este tipo de agrupación.
Créditos a tasas de interés preferenciales, servicios de salud y de educación, y compensaciones económicas para los afiliados están entre tales beneficios.
Por ejemplo, en el 2003 cada afiliado recibió en promedio ¢265.000 por concepto de distribución de excedentes.
López comentó que algunas empresas extranjeras que se establecieron en nuestro país (como Procter & Gamble, Baxter, Alterra Partners, Sykes) incorporaron el sistema solidarista debido a que mejora el clima organizativo y logra armonía en las relaciones obrero-patronales.
Enrique Acosta, presidente del Movimiento Solidarista, vaticinó un buen futuro para el sector pues, previó, con la aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, vendrá más inversión extranjera directa.
Las firmas que ingresen al país probablemente se inclinen por el sistema del solidarismo, con lo cual crecerán tanto el número de afiliados como el ahorro del sector.
Por todo ello, el solidarismo pretende influir en las grandes decisiones que debe tomar el país y que afectarán a sus afiliados.
Un caso es la preparación en educación, infraestructura y otros aspectos que debe desarrollar el país para aprovechar al máximo el TLC con Estados Unidos.