Costa Rica logró cifras récord en volumen e ingresos por exportación bananera el año pasado, favorecido por el clima y por algunas acciones de los productores del sector.
En el 2016, el volumen llegó a 120 millones de cajas de 18,14 kilos, según cifras solicitadas a la Corporación Bananera Nacional (Corbana).
Los años que más se acercaron en volumen fueron 1998 y 1999 con 116 millones de cajas.
Pero entre 1998 y 1999 se llegó a esos niveles de producción con una área sembrada de casi 50.000 hectáreas, mientras que al año pasado fue con 43.000 hectáreas, informó el asistente de la gerencia general de Corbana, Omar Sánchez.
El buen resultado del 2016 revierte también tres años de bajas en la productividad, medida en cajas por hectárea al año. El año pasado se lograron 2.800 cajas por hectárea al año contra las 2.339 cajas del 2015 y las 2.564 cajas por hectárea obtenidas en el 2014.
En tanto, el ingreso por las exportaciones bananeras alcanzó los $986 millones el año pasado, también la cifra histórica más alta del sector.
De esa manera, las exportaciones bananeras se recuperan de un 2015 con notable comportamiento a la baja, en el cual las plantaciones se vieron afectadas por problemas de clima, generados por el último evento del fenómeno El Niño.
Por eso, Corbana considera que hacer una comparación del 2016 con el año precedente tiene bastante grado de distorsión. Estima que es más razonable comparar el año pasado con el 2014, que se puede calificar como un periodo “normal”.
El incremento en volumen del año pasado con el 2015 fue de un 19%. Con respecto al 2014 el aumento fue del 9%.
Clima. Sánchez coincidió con el ministro de Agricultura y Ganadería (MAG), Luis Felipe Arauz, en que el factor climático fue fundamental.
Un mejor clima y precipitación en las zonas bananeras y la mayor cantidad de unidades de calor permitieron esa producción, consideró Sánchez.
En el 2015, agregó, se produjo lo contrario y en algunas zonas la precipitación fue un 50% superior al promedio histórico.
Recordó que un desequilibrio entre agua y calor causa un descenso en la productividad, pues las plantas son muy susceptibles a esos factores.
Además, los productores renovaron algunas áreas con plantas de mejor rendimiento.
Arauz, en tanto, estimó que los productores bananeros son un ejemplo para el país, no solo por los niveles de productividad sino por sus programas de protección ambiental.