Desde su llegada, el actual gobierno tomó una serie de medidas que van en beneficio de los arroceros nacionales, cuyo producto es el único en el país que se mantiene con un precio fijado por decreto.
Tales decisiones, además, varían las tomadas por administraciones anteriores.
Esta política del Ejecutivo ha conducido a acciones simultáneas y contradictorias por el resultado técnico que persiguen, criticó el exministro de Comercio Exterior (Comex), Fernando Ocampo.
Las últimas dos medidas tienen esa característica, advirtió el exfuncionario. Por un lado, se declara un desabastecimiento (necesidad de importar) de 60.000 toneladas y se le elimina el arancel del 35%. Estas importaciones se realizan con la aprobación de la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz) y se reparten entre la industria, proporcionalmente con las compras de grano local que realicen.
Y por otro lado, se decreta una cláusula de salvaguardia por volumen para el arroz integral, la cual eleva el impuesto de entrada o arancel del 35% al 46,76%.
Según Ocampo, por un lado se abre el mercado, de manera exclusiva para la industria y, por otro, se cierra el mercado a las importaciones. De todas maneras, dijo, los arroceros locales ganan.
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Las acciones de la actual administración en este campo se iniciaron con la derogatoria de un decreto, heredado del gobierno anterior, en el cual se liberalizaba el mercado de ese grano, es decir, se dejaba de fijar el precio y se abría a la competencia el mercado.
El arroz es el principal producto de consumo de Costa Rica y tiene como característica que apenas se cosecha a lo interno alrededor del 60% del consumo y el otro 40% se tiene que importar. Los últimos datos de Conarroz establecen que para el período 2015-2016 se estimó la demanda total en 240.749 toneladas métricas de arroz pilado para un consumo por persona al año de 49,82 kilos. Es un promedio mensual de 20.062 toneladas.
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Eduardo Rojas, presidente de la Asociación Nacional de Industriales del Sector Arrocero (Aninsa), consideró que no hay ninguna contradicción. Por un lado, dijo, se realizan importaciones autorizadas tras estudios técnicos para llenar el faltante y, por el otro, se evitan importaciones porque hay evidencia de una irregularidad.
El consumo de arroz integral en Costa Rica, agregó, es de 460 toneladas anuales y de un momento a otro, en el 2017, se importaron 9.621 toneladas. Es evidente que se quería pagar menos arancel, pues para este tipo de arroz estaba en 35% y para el pilado se cobra un 59,30%, aseguró Rojas.
Las medidas
Además de derogar el decreto de liberalización del precio de este alimento, esta administración puso en vigencia otras medidas tendientes a defender el mercado interno y la producción local en contra de las importaciones. Entre esas medidas resaltan la aplicación de dos salvaguardias, mediante las cuales se aumentaron los impuestos de entrada a dos presentaciones del grano.
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La primera de las salvaguardias se aplicó al arroz pilado (sin cáscara) y elevó el arancel desde un de 35% a un 62,06%, el 09 de enero del 2015. La justificación se dio en el aumento de las importaciones de esa presentación.
La segunda salvaguardia afectó al arroz integral y aumentó el impuesto de entrada de 35% a a 46,67%. También se sustentó en un fuerte incremento de las importaciones de ese tipo y se dio a conocer el 11 de setiembre de este año.
A las medidas de la actual administración se une una prohibición para que importadores de arroz comercializaran el producto con artículos adjuntos como regalía, entre ellos pastas alimenticias, salsas y artículos de limpieza. Los importadores tenían esa práctica porque el arroz importado salía más barato, incluso pagando el 35% de arancel, y porque es ilegal vender por debajo del precio fijado.
Esa prohibición se emitió el 05 de abril de este año.
El viceministro del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y encargado del tema arrocero, Felipe Arguedas, no se anduvo con rodeos al reconocer y enfatizar que efectivamente el conjunto de medidas tienen como obejtivo estimular que el país coseche entre el 50% y el 60% de la demanda, como un tema de seguridad alimentaria y porque el arroz es un producto al que considera altamente sensible.
El funcionario coincidió con Rojas en que cuando los precios internacionales estén más altos que los locales, estas políticas tendrán todavía mayor sentido para defender al consumidor nacional.
ENTREVISTA
Felipe Arguedas, viceministro de Agricultura y Ganadería:'Tenemos una visión diferente con la producción nacional'
El viceministro de Agricultura y Ganadería (MAG) encargado de la parte arrocera, Felipe Arguedas, no se anduvo con ambajes y dijo que efectivamente han tomado medidas para favorecer la producción local de ese alimento, porque es un producto muy sensible.
Este es un extracto de la entrevista con el funcionario.
- ¿El conjunto de medidas es para proteger a la producción interna?
- Correcto. En un producto tan sensible como el arroz, el país debe estar produciendo entre un 50% y un 60% de su consumo a escala nacional. Entonces, lo que estamos es tomando medidas para que tanto la industria nacional como los productores puedan, precisamente, sostener ese aporte a la demanda para asegurarnos la seguridad alimentaria. También con la declaratoria de desabasto se estimula eso, porque este volumen de importaciones se asigna en porcentaje según las cantidades que las industrias han comparado a nivel nacional. Una industria que compró el 20% a escala local se le asigna igual el 20% del desabasto. Son medidas que están en la ley de Conarroz (Corporación Arrocera Nacional) y que nos parece, aseguran la producción nacional de arroz en un porcentaje importante.
- El gobierno anterior promovía la liberalización e incluso dejaron un decreto en ese sentido, ¿era una política equivocada?
- Bueno, diay, yo creo que sí tenemos una visión diferente con respecto a la importancia de la producción nacional y ese decreto lo dejaron en los últimos días de la administración y si hubieran creído en eso lo hubieran hecho antes. No sabemos por qué los sacaron en último momento. Pero sí, tenemos una visión diferente de la importancia de la producción nacional.
- Se dice que en periodos de bajo precio internacional esta política no beneficia al consumidor. ¿Qué le dice a esas críticas?
- El arroz es el único producto que ha venido bajando de precio al consumidor en los últimos cuatro o cinco años. Ahorita sale un decreto del MEIC (Ministerio de Economía, Industria y Comercio) para bajar el precio al consumidor de nuevo, precisamente tomando en cuenta el valor en que entró el grano importado por desabasto. Con la estadística se demuestra que con el control en este producto los precios disminuyen y todos los demás productos en los cuales el precio está libre y que ha habido precios baratos a escala internacional, ninguno ha bajado. La baja en el precio del arroz es una cosa que nosotros le exigimos a Conarroz. Mantenemos esas condiciones (de beneficio), pero el precio se le baja al consumidor. Hay que decirle también al consumidor que nos estamos asegurando la producción nacional de alimento para los años en los cuales el precio internacional no esté barato.
"Ya hay una tendencia a que el precio suba y recordemos que del 100% del grano que se produce en el mundo, se comercializa solo el 8%. Todos los países casi lo producen para el consumo propio, entonces no podemos pensar que toda la vida va haber siempre arroz barato para traer, sino que el país necesita tener una base segura de su principal alimento".
- ¿Cómo se definió que debe cosechar entre 50% y 60% del consumo?
- Lo hacemos en función de las áreas que el país puede sembrar de arroz con buenos rendimientos y en función del desabasto y de la capacidad de la industria, porque no hay capacidad para procesar y almacenar un 100%.
- Durante más tiempo en los últimos años el precio local ha estado más alto que el internacional, ¿se deba a un problema de eficiencia?
- Por eso es que ahora se ha estimulado mucho la industria que antes no participaba en el arroz y han empezado a traer arroz pilado y han asumido alrededor del 10% del mercado nacional. Si dentro de un año o dos años el precio sube van a dejar de traer arroz y nosotros, el Estado, tendríamos que ver qué hace para reponer ese 10%, pues se tiene que suplir la demanda total.
"Pero sí, el productor nacional tiene costos de producción muy altos y ahí es donde vamos con la otra parte, complementaria de la política arrocera de la actual administración. Se trata de los aumentos en rendimientos y productividad, donde nosotros le insistimos a los productores que estas políticas de defensa comercial no son eternas, no son para siempre, y que la única forma de que el sector pueda seguir activo es elevando los rendimientos. Eso lo tenemos muy claro y se los advertimos cada vez que se toma una medida.
"El año pasado se logró llegar al rendimiento más alto en la historia del país, que fue de 4,3 toneladas por hectárea (el país tenía un rendimiento de 3,7 toneladas por hectárea), pero tenemos que seguir creciendo, porque tenemos una de las productividades más bajas de Latinoamérica.
- ¿Es competitivo Costa Rica con ese rendimiento, mientras otros países de Suramérica tienen siete toneladas por hectárea o más?
- La competitividad la podemos ver desde varios puntos de vista. Si la vemos desde el financiero, pues uno diría que no, pero si la vemos desde la seguridad alimentaria y lo social decimos que es necesario sostener producción, que tenemos que irla regulando y llegar a poder competir con el precio internacional en base a mejores rendimientos.