El Banco de Costa Rica (BCR) aumentó el control sobre las operaciones de su subsidiaria Banco Internacional de Costa Rica (Bicsa) e introdujo medidas de austeridad.
La Junta Directiva del BCR acordó en firme que la alta gerencia de Bicsa daba reportar y coordinar sus labores con su máximo accionista, el BCR.
También se suprimió el pago de las dietas de los directivos de los comités corporativos de Bicsa, la figura del subgerente –actualmente vacante– y se redujo el número de sesiones de la directiva de 30 a seis al año, según consta en el acta 30-16 del pasado 27 de julio, de la cual tiene copia La Nación .
Asimismo, se propuso modificar la composición de los comités de Bicsa para que haya solo miembros del conglomerado financiero del BCR, sin representación del Banco Nacional de Costa Rica (BNCR).
Dichos cambios son parte de una reforma al Reglamento de la Junta Directiva de Bicsa .
Las modificaciones empezarán a regir una vez que sean aprobadas por la Asamblea General de Bicsa, compuesta por ambos bancos estatales, dueños de la entidad financiera radicada en Panamá.
Los cambios no requieren obligatoriamente del apoyo del Nacional, porque el BCR es el socio mayoritario de Bicsa con el 51% de las acciones, explicó Eduardo Ramírez, gerente Corporativo Jurídico del BCR.
El Nacional posee el 49% de las acciones de Bicsa.
Este funcionario explicó que se dio un plazo de tres meses para aplicar los cambios.
El único caso en donde sí es necesario el visto bueno del Nacional es en la modificación al Pacto Social de Bicsa para reducir de nueve a siete los miembros de su Junta Directiva.
La reforma en Bicsa fue aprobada por seis de los siete miembros de la Directiva del BCR. Mónica Segnini se opuso a debilitar la autonomía e independencia de la subsidiaria.
La entidad notificó al Nacional el pasado 1.° de agosto y brindó un mes natural de plazo para recibir observaciones.
La Nación consultó ayer a la Junta Directiva del BNCR sobre la reforma al gobierno corporativo de Bicsa. La institución informó que sus directivos ordenaron a la administración brindar un criterio del documento remitido por el Banco de Costa Rica y aún se encuentran en el análisis.
Estas reformas fueron parte de las razones dadas por tres directivos del BNCR para renunciar a su silla en Bicsa, el 1.° de agosto. Dicha salida provocó que la agencia de riesgo Moody’s rebajara la calificación del banco.
Justificación. Paola Mora, presidenta de la directiva del Banco de Costa Rica, dijo que esperan contar con el apoyo del Nacional en las reformas para ordenar la operación de Bicsa.
“Es un tema de tener un efectivo control, un adecuado control, un oportuno control. Inclusive de tener posibilidad de redireccionar decisiones. No puede ser que no nos hablemos cuando la casa matriz es el BCR”, recalcó Mora.
La jerarca insistió en que necesitan saber de las decisiones de Bicsa, para evitar afectación al BCR y al Banco Nacional .
Una de las consecuencias de los cambios será un ahorro en el costo de la operación de la directiva de la entidad financiera.
En el 2015, el gasto total de las sesiones ascendió a $766.063 , es decir, $27.359 en promedio por junta; de dicho monto $116.403 fueron dietas para los directivos.
Adicionalmente, Bicsa pagó $22.776 por la participación en los comités de Auditoría, Cumplimiento, Riesgo y Tecnología durante el primer semestre del año.
Francisco Molina, presidente de la Junta Directiva del banco internacional, detalló que las reformas son un cambio profundo de gobierno corporativo.
“Muchas de las labores de la directiva de Bicsa se pasarán a la del BCR y así unificar criterios de funcionamiento con el socio mayoritario”, afirmó Molina.
Añadió que el Nacional, como socio minoritario, tendrá derecho a pedir información y pedir cuentas, pero no a decidir.
La Junta Directiva del Banco de Costa Rica instruyó a Mario Barrenechea, gerente general de la entidad, a responder y aclarar dudas al Banco Nacional sobre el proceso de reformas en Bicsa.
Incluso se aprobó crear una comisión conjunta para atender y resolver las observaciones.