El Banco de Costa Rica (BCR) tomó el control absoluto de las operaciones del Banco Internacional de Costa Rica (Bicsa).
La entidad, radicada en Panamá, debe ahora coordinar y reportar sus labores con el BCR, como principal propietario de la institución bancaria.
También, se disminuyó el número de miembros de la Junta Directiva de nueve a siete y se redujeron las sesiones anuales de 30 a solo seis.
Así quedó ratificado, el 3 de octubre pasado, con la reforma definitiva al Pacto Social y al Reglamento de la Junta Directiva de Bicsa.
Las modificaciones fueron confirmadas por Víctor Ramírez, directivo representante del Banco Nacional de Costa Rica (BNCR) ante la Asamblea General de Accionistas de Bicsa, a comienzo de este mes.
Ramírez explicó que el Nacional pidió antes de suprimir la independencia de Bicsa, que los cambios fueran consultados a los órganos supervisores del banco en Costa Rica, Panamá y Estados Unidos, donde la entidad tiene operaciones.
Sin embargo, el BCR no lo consideró necesario y aprobó solo con su voto la modificación, pues al tener el 51% de las acciones de la subsidiaria podría hacerlo, explicó Ramírez.
El BNCR es propietario del 49% restante de la entidad.
Las modificaciones en Bicsa fueron impulsadas por el Banco de Costa Rica que las avaló, en su Directiva, el pasado 27 de julio , explicó Paola Mora, presidenta de la entidad bancaria.
“El propósito de los cambios es mejorar el control y la calidad de la información y estrategias de las decisiones estratégicas de Bicsa”, aseguró Mora.
El Banco Internacional de Costa Rica fue creado en 1972.
Entre enero y julio anterior, las ganancias reportadas por Bicsa fueron a $6 millones, es decir, una caída del 48% comparado con mismo periodo del 2015, según la información publicada por la Superintendencia de Bancos de Panamá
Más ajustes. Otro ajuste aprobado fue en la composición de los comités de Bicsa para que haya solo miembros del conglomerado financiero del BCR, sin representación.
También se suprimió la dieta de $186 que se pagaba a los directivos que participan en las reuniones del comité de Auditoría, Riesgo y Cumplimiento.
Asimismo se acordó que la dieta de los directivos independientes será la misma que los miembros del BCR y el Nacional. Es decir $372 por sesión, en vez de los $1.000 que recibían actualmente.
“Con los cambios, Bicsa tendrá que ser totalmente transparente con respecto a sus dueños. Uno se pregunta, ¿cómo puede ser que no ocurría? ,pues es cierto, no pasaba”, recalcó Ramírez.
El directivo comentó que en las próximas semanas, el BCR presentará cuál será la estrategia bancaria de la subsidiaria.
Francisco Molina, presidente de la Junta Directiva de Bicsa, dijo que se dio un plazo de 90 días para que las reformas estén implementadas en su totalidad.
“Ahora habrá más control, pues las decisiones deberán ser aprobadas primero en el BCR y luego implementadas en Bicsa”, confirmó Molina.
Entre los cuestionamientos hechos a Bicsa que motivaron las reformas, fue el alto valor de las sesiones de su Directiva, pues en promedio costaron $27.359 el año pasado frente a los $7.344 del todo el conglomerado del BCR.