El Gobierno ordenó a la banca estatal aumentar el crédito a sectores menos favorecidos como la agricultura, industria, turismo, ganadería y pesca.
Para alcanzar el objetivo, el Poder Ejecutivo instruyó diversificar la cartera de préstamos de las entidades bancarias públicas en beneficio de estas actividades productivas, catalogadas como prioritarias desde el inicio de la administración.
Así lo establece la directriz N.° 035-H, dirigida a los bancos públicos estatales para mejorar la eficiencia y diversificación del crédito, firmada por el presidente, Luis Guillermo Solís, y Helio Fallas, ministro de Hacienda, que se publicó el 26 de noviembre anterior en el diario oficial La Gaceta .
El decreto es de acatamiento obligatorio para el Banco Nacional, Bancrédito y el Banco de Costa Rica (BCR). Mientras tanto, al Banco Popular se le solicitó cumplir con el mandato.
Los sectores productivos que se busca impulsar tienen el 12,3% del saldo total de recursos dados por la banca estatal, según la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
Por el contrario, el crédito para consumo, servicios, vivienda y comercio, aglutinó el 77,3% del total del portafolio. El Gobierno considera un riesgo la alta concentración en estos sectores.
Hasta octubre anterior, el saldo total de préstamos de la banca estatal era de ¢6,5 billones.
“Con la directriz se trata de diversificar la cartera de crédito y, con eso, se verán más beneficiadas las actividades que no gozan de tanta oferta de préstamos”, explicó Mariano Segura, comisionado del Consejo Presidencial Económico .
El decreto ejecutivo nació en este órgano que crea las políticas económicas del Poder Ejecutivo. Está conformado por nueve ministerios y el Banco Central.
Segura detalló que cada banco deberá establecer sus propios objetivos de diversificación.
La directriz da tiempo hasta febrero para que las entidades entreguen su plan del crédito para los próximos tres años.
Crítica. Voceros de la banca pública argumentaron que la conformación del crédito responde a la competencia y a la demanda de recursos en el país.
“Hay que ser claros que el banco no puede promover actividades con problemas estructurales, debido a la responsabilidad de cuidar los indicadores de sanidad de cartera de crédito”, dijo Jorge Bonilla, director general de Crédito del Banco Nacional.
Para Mauricio Aguilar, director de Riesgo Corporativo del Banco Popular, la estructura crediticia es el reflejo de la producción nacional.“En la década anterior, por ejemplo, el sector de servicios fue el más dinámico en el crecimiento de la producción con incrementos anuales del 10% y se convirtió en una actividad de gran demanda de crédito”, aseguró Aguilar.
Las actividades que el Gobierno pretende incentivar enfrentaron fuertes dificultades en la crisis global del 2008.
Mecanismo. Para diversificar el crédito, el Gobierno impuso la meta de reducir el margen de intermediación financiera en un punto porcentual al 2018. Este indicador es la diferencia entre las tasas de interés de los préstamos y las de captación.
Además, es el principal generador de ganancias de las entidades financieras.
La baja en el margen generaría un menor costo del crédito e inclusión financiera de sectores y grupos económicos que han visto su acceso financiero limitado, se argumentó en la directriz.
Adicionalmente, la banca estatal deberá bajar en 15 puntos porcentuales el indicador de eficiencia que era, en promedio, del 78% al 31 de diciembre del 2014.
Este indicador mide cuánto de la ganancia de cada entidad se destina al gasto administrativo y salarial. La escala porcentual va de 1 a 100; cuanto menor sea el resultado, mayor eficiencia hay.
En la banca privada, dicho indicador fue del 55% al cierre del año pasado, según Sugef.
Eduardo Prado, gerente del Banco Central, detalló que la directriz fue discutida con los bancos públicos y hubo consenso en la necesidad de reducir el indicador de eficiencia e intermediación financiera.