El Banco Crédito Agrícola de Cartago (Bancrédito) consumió el 32% de su patrimonio en la cesantía y sueldo de sus empleados.
La institución pública tuvo una pérdida acumulada, entre enero y octubre pasado, de ¢21.522 millones, según reportó a la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
El 75% de esta pérdida fue por la creación de la reserva para el pago de las prestaciones laborales de sus 300 trabajadores, confirmó Sergio Alfaro, ministro de la Presidencia.
Gerardo Porras, gerente de Bancrédito, explicó que también hay efecto por el pago de salarios a los trabajadores, gastos administrativos por la operación de la institución y una parte por las estimación por el deterioro de créditos malos.
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El funcionario confirmó que las pérdidas acumuladas serán asumidas contra el patrimonio del Banco, el cual ascendió a ¢67.386 millones en octubre pasado.
El deterioro financiero del Banco ocurre luego de que el Consejo de Gobierno acordó, el 25 de mayo pasado, el cierre de la banca comercial y la salida de la intermediación financiera para el 31 de diciembre de este año.
El plan del actual Gobierno es convertir la institución en un banco de fomento, para lo cual envió un proyecto de ley al Congreso, el pasado 20 de julio. Sin embargo, esta propuesta muestra poco avance hasta este momento.
Si la iniciativa de transformación fracasa, el actual Poder Ejecutivo manifestó, en una carta enviada a la Sugef por el ministro de la Presidencia Sergio Alfaro, que no tomará ninguna decisión sobre el futuro del Banco, pues desconoce las preferencias del próximo Gobierno.
Efecto negativo
Cecilia Sancho, jerarca interina de la Sugef, recalcó que la disminución en el patrimonio de Bancrédito tiene un efecto negativo en la hacienda pública.
Las pérdidas de la institución se generan porque sus ingresos son insuficientes para suplir la totalidad de sus gastos, añadió.
Hay egresos registrados que no implican el pago inmediato, sino hasta cuando estos ocurran realmente como en el caso de la cesantía de los empleados.
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"Se han venido acumulando pérdidas mensuales que, de no tomarse acciones explícitas, en los próximos meses podría constituirse en una causal de intervención", detalló Sancho.
La Ley Orgánica del Banco Central establece que si las pérdidas de una entidad financiera superan el 50% de su patrimonio cae en irregularidad de grado tres, lo cual implica la intervención de manera inmediata.
Sancho recalcó que, si este escenario ocurre, el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) deberá decidir si permite al Banco continuar en operación, liquidarlo o declararlo en quiebra.
Porras manifestó que trabajan en disminuir el gasto administrativo y evitar que los egresos superen los ingresos.
"Para que el Banco opere al menos en punto de equilibrio es importante que se pueda reducir el personal al mínimo, se mantengan el nivel de negocios actual, incluso que puedan aumentarse con nuevos negocios", afirmó Porras.
Sin reservas
Las pérdidas de Bancrédito se incrementaron significativamente debido a que la institución nunca hizo la provisión por prestaciones legales de sus empleados.
Porras confirmó que el Banco nunca hizo el registro de la cesantía, sino que esta se pagaba cuando un empleado se pensionaba o dejaba la entidad.
Pero debió hacerse –asegura– con cargo al presupuesto de cada año.
De haberse tenido la reserva de cesantía se habría hecho la reestructuracion y mejorado sustancialmente los resultados del Banco en su momento, aseguró el jerarca.
A octubre anterior, Bancrédito cerró con 315 trabajadores. El plan de la institución es finalizar el año con 140 empleados.