La morosidad de Bancrédito se triplicó luego de la orden del Gobierno de ordenar su salida del negocio de intermediación financiera.
En junio pasado, el saldo de los préstamos con atraso de pago, de más de 90 días y en cobro judicial, ascendió a ¢13.072 millones. Mientras que en octubre se elevó hasta los ¢42.055 millones.
Así se detalla en la información entregada por el Banco Crédito Agrícola de Cartago (Bancrédito) a la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
El deterioro de la cartera de crédito comenzó cuando la institución pública comenzó el cierre de sus sucursales en el país, se cerró el sitio de banca electrónica y se inició el despido de personal, reconoció Gerardo Porras, gerente general de Bancrédito.
"Hubo clientes a los cuales no les pudimos renovar líneas de crédito, porque dejamos de captar, y no tienen quien financie esa línea más cuando se trata de capital de trabajo", enfatizó Porras.
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En los préstamos con menos de 90 días de atraso en el pago, por el contrario, se originó una reducción en el saldo como consecuencia de la venta de cartera a otras entidades financieras.
El Consejo de Gobierno ordenó, el pasado 25 de mayo, el cierre de la intermediación financiera de Bancrédito, debido a problemas de liquidez, y ordenó la transformación en un banco de fomento y desarrollo por medio un proyecto de ley que avanza lento en la Asamblea Legislativa.
En declive
El principal crecimiento se observó en las operaciones de crédito enviadas a cobro judicial.
Los datos del banco público muestran que, en junio pasado, el saldo era de ¢12.556 millones; pero para octubre se elevó hasta los ¢39.362 millones.
El incremento está relacionado con operaciones que entraron en problemas rápidamente.
Por ejemplo, en agosto anterior, 151 préstamos que estaban al día en su pago, pasaron a la peor categoría de riesgo en tan solo un mes, según los estados financieros de Bancrédito.
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Entre las operaciones que entraron en problemas están tres líneas de crédito otorgadas al Grupo JCB, del empresario Juan Carlos Bolaños.
Porras recalcó que la decisión de no ejecutar con prontitud la salida de la intermediación financiera del Banco provocó un mayor golpe a la cartera de crédito.
"El tiempo de alguna manera me da la razón, si se hubiera hecho algo diferente en setiembre probablemente no hubiera sucedido lo de octubre y en noviembre volvimos a deteriorar cartera", enfatizó el banquero.
Añadió que, entre más tiempo se tarde, el activo del Banco se deteriora y se generan pérdidas para la institución.
La Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), pidió este lunes 4 de diciembre a la Sugef, intervenir la entidad financiera para evitar que haya más efectos negativos al erario público.
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Franco Arturo Pacheco, presidente de la organización, recalcó que la factura de las pérdidas del Banco será pagada por los costarricenses, debido a la garantía estatal de Bancrédito.
Hasta octubre pasado, el Banco tuvo una pérdida de ¢21.522 millones que deberá ser asumido por el patrimonio de la institución a final de año.
En el plan de salida de la intermediación financiera de Bancrédito está que la totalidad de la cartera del Banco, tanto los créditos al día como los morosos, pasen a un fideicomiso.
Mientras que la institución siga supervisada por Sugef, el Banco reportará los clientes que dejen de pagar sus deudas.
Entrevista
Gerardo Porras, gerente de Bancrédito: 'El tiempo me da la razón'
Gerardo Porras, gerente general de Bancrédito, aseguró que haber retrasado la decisión sobre el futuro del Banco comienza a pasar factura.
El banquero reconoció que uno de los efectos de la salida de la intermediación es el deterioro de la cartera de crédito.
– El saldo de los créditos en mora, de más de 90 días y cobro judicial, se triplicó de junio a octubre. ¿Cuáles fueron las razones?
– Es evidente que (la cartera) se ha deteriorado, es indudable porque el hecho de no tener la red de sucursales para que la gente pague y tenemos menos personal.
"Por otro lado, nosotros ya no intermediamos y a los clientes a quienes les teníamos créditos no hemos podido renovarles las operaciones y no tiene quién le financie la línea.
– ¿Van cayendo en morosidad?
– Sí claro. Es una de las razones y de las consecuencias del proceso (de salir de la intermediación financiera).
"Definitivamente, la estructura del Banco se va deteriorando, por eso esto no puede continuar así.
El tiempo me da la razón. Si hubiéramos hecho algo diferente en setiembre, probablemente no hubiera sucedido eso en octubre. En noviembre definitivamente volvimos a deteriorar cartera".
– ¿Que pasa con los créditos que están al día y los que están en mora?
– Dentro de todo el paquete hay una buena parte de la cartera que está al día, son ¢70.000 millones. Todo debe ir al fideicomiso, no nos podemos dejar nada.
"Recordar que todo esto se informa a Sugef, el cliente que no pague va reclasificado y puede afectarlo en otro banco.
– ¿Entre más se tarde habrá una factura para el Ministerio de Hacienda, por la garantía estatal?
– Así es. Pero recordemos que el banco tiene una serie de activos para garantizar sus pasivos. El plan es vender activos y pagar pasivos.
"Empezamos a vender cartera, fue positivo; pero no tanto. Tengamos claro que el Banco tiene un patrimonio positivo.
"Ahora, ¿qué sucede? Conforme el tiempo pasa todos los activos se deterioran: edificios, tecnología, cajeros automáticos y cartera de crédito. El mantenimiento de la cartera de crédito es cobrar y darle vida a los clientes, si eso no se hace hay un deterioro".