San José.
El Banco Central de Costa Rica elevó la cifra del déficit esperado para el Gobierno (exceso de gastos sobre ingresos por impuestos) y redujo la proyección de crecimiento en la producción, en la revisión del Programa Macroeconómico 2017 y 2018, que publicó en los primeros minutos de este lunes 31 de julio.
En el caso de las finanzas públicas, el déficit esperado para el Gobierno, este año, aumentó a 6,1% desde el 5,9% estimado en la primera versión del actual programa macroeconómico. Para el 2018, la cifra subió a 6,6%, desde el 6% inicial.
Descargue aquí: Revisión Programa Macroeconómico 2017-2018
"El mayor déficit esperado para el Gobierno Central, en relación con lo contemplado en el Programa Macroeconómico 2017-2018 aprobado en diciembre de 2016 (5,9% y 6,0% del PIB, respectivamente), ponen de manifiesto el efecto de las sentencias de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, que obligan al Gobierno a hacer efectivas mayores transferencias corrientes para cumplir con mandatos constitucionales y legales", indicó el Banco Central.
En particular, el emisor se refirió al mandato para que el Gobierno desembolse los fondos para completar el 8% del PIB para el financiamiento de la educación nacional, y además, al de trasladar el 7% de la recaudación del impuesto sobre la renta al Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
Añadió que pese a ello, el Ministerio de Hacienda continuará atendiendo sus requerimientos con la colocación de bonos de deuda interna (colones y dólares) y aplicando mecanismos de gestión de deuda que contribuyan a diluir en el tiempo el efecto creciente del servicio de intereses asociado al refinanciamiento de sus obligaciones.
"El financiamiento del déficit fiscal acentúa la trayectoria creciente de la deuda pública, lo que constituye el principal riesgo para la sostenibilidad de las finanzas públicas y por ende, para la estabilidad macroeconómica", señaló la entidad, la cual urgió un acuerdo fiscal.
Crecimiento y crédito
La entidad también revisó a la baja el crecimiento económico esperado para este año, de 4,1% que había previsto en enero pasado, a 3,8%; y para el 2018 mantuvo la previsión de un incremento en la producción de 4,1%.
El crecimiento del PIB (producto interno bruto) para el 2017 se revisó a la baja debido, principalmente, al menor ritmo de crecimiento de las industrias de servicios, explicó el Banco.
"Para el 2018 la estimación de crecimiento anual se mantuvo en 4,1%, sin embargo, en el detalle por actividad económica se revisó al alza la correspondiente a construcción y se consideró el menor incremento en los servicios de apoyo a empresas", detalló el Central.
Pese a la menor estimación de crecimiento económico, la entidad prevé que el desempleo se reducirá de 9,5% en el 2016 a 9,1% en el 2017.
Respecto al crédito en dólares, el Banco bajó su estimación de crecimiento para este año, de 3,4% que había publicado en enero para este año, a 1%. El aumento de los préstamos en colones se mantuvo parecida (11,3% en la nueva previsión respecto a 11,2% de la anterior, para el 2017).
El Banco Central había realizado esfuerzos por frenar el crédito en dólares debido al riesgo de devaluación que asumen los deudores.
"A junio 2017, del saldo total del crédito en dólares que mantienen las familias con el sistema financiero, 92% tiene su principal fuente de ingresos en colones, en el caso de las empresas privadas no financieras este porcentaje es de 56%", detalló el Banco Central en el documento.
Por su parte, la meta de inflación la mantuvo entre 2% y 4%.
"Una inflación baja y estable es el compromiso del Banco Central, por cuanto es el medio por el cual la política monetaria contribuye al bienestar de la población. Definir la meta como de largo plazo, tal como se hace desde el Programa Macroeconómico 2016-2017, también tiene ventajas para la sociedad costarricense, en términos de eficiencia y equidad", justificó la entidad.
El Banco añadió que, en relación con la cuenta financiera, para el 2017 los flujos netos al sector público mostrarían un incremento anual de $827 millones, explicado en mayor medida por el ingreso del crédito de apoyo de balanza de pagos por parte del Fondo Latinoamericano de Reservas, de $1.000 millones. Para este año se esperan flujos similares para el sector privado (incluidos la inversión extranjera).