La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) presentará en los próximos cuatro meses una propuesta para reformar el sistema de aseguramiento de los trabajadores domésticos.
El plan es parte de una iniciativa para aumentar la cobertura en los próximos 10 años, confirmó el gerente financiero, Gustavo Picado.
La Encuesta Continua de Empleo identificó, en el último trimestre del 2013, a 149.561 hogares como empleadores.
No obstante, la CCSS en diciembre del 2013, registró apenas 19.404 trabajadores domésticos asegurados como tales.
Problemas actuales. Uno de los aspectos del sistema actual que desestimula el aseguramiento es que para los trabajadores contratados por horas en casas, como empleadas domésticas o jardineros, la Caja no cobra las cuotas obrero patronales sobre el salario realmente devengado, sino sobre una base mínima, que actualmente es de ¢154.025,10.
Así, por ejemplo, para una servidora doméstica que labora unas horas en una casa y gana al mes ¢30.000, el contratante debe rebajarle casi la tercera parte del salario por la cuota obrera (¢12.833) y además debe pagar ¢25.425 como patrono.
En algunos casos la cuota obrera puede sobrepasar el salario.
Además el contratante debe pagar al año ¢43.555 de la póliza de Riesgos del Trabajo, si contrata la modalidad RT–Hogar que cubre a una trabajadora doméstica y permite el aseguramiento de servidores domésticos adicionales al añadir ¢39.595,00 por cada uno, detalló Eduardo Fernández, jefe de la Dirección de Seguros Solidarios del Instituto Nacional de Seguros.
Si la trabajadora doméstica trabaja en varias casas, y su salario total no llega a la base mínima, cada patrono debe pagar todas las cargas y eso no implica beneficios extra para el trabajador.
Rosita Acosta, presidenta de la Asociación de Trabajadoras Domésticas, explicó que han luchado por arreglar esta situación.
“¿Cómo va a asegurar una señora por horas si la Caja pide tiempo completo o medio tiempo? Es mucha plata. No hay un aseguramiento por horas. Eso no deja de ser un problema, por eso es que muchas patronas no pagan seguro”, dijo.
Picado detalló que la razón de usar una base mínima es para hacer el sistema sostenible.
Esta situación estimula a utilizar otras vías de aseguramiento.
Una es que el patrono le da al trabajador el monto que le costaría asegurarse como voluntario (¢12.706 al mes), lo cual le resulta más barato y el trabajador obtiene el mismo seguro de salud y la misma pensión mínima que con el sistema de cuotas obrero patronales.
Picado manifestó que esta vía no es legal, pues el seguro voluntario es para personas que no tienen actividad económica, pero reconoció que muchos la utilizan.
Otras vía usada es hacer un contrato por servicios profesionales, lo cual tampoco es legal; otros optan por no pagar el seguro y otros prefieren no contratar, lo cual afecta el desempleo de este grupo de trabajadores.
En su estudio Empleo informal, crisis y políticas de apoyo productivo, el especialista en mercado laboral Juan Diego Trejos señala que la actual forma de aseguramiento de las jornadas parciales es un factor que genera informalidad.
“Aquí se debe avanzar para que sea posible el aseguramiento con jornadas parciales, sin generar evasión, o crear formas de aseguramiento colectivo, donde un trabajador doméstico con jornada completa pero con dos o más empleadores, pueda establecer una afiliación conjunta, donde cada empleador aporte la cuota patronal que le corresponde”, propone Trejos.
Pablo Sauma, investigador de la Universidad de Costa Rica y exdirectivo de la CCSS, opinó que no se deben pagar las cuotas sobre el salario efectivo porque se abre un portillo para que otros evadan.
Para Sauma, la solución es crear la figura del “trabajador asegurado por múltiples patronos”, donde la carga se distribuya proporcionalmente a la parte del tiempo completo del trabajador que le corresponde a cada uno.