San José
Una familia que tenía una pulpería en su propia casa y el huracán Otto la destruyó, o un pequeño agricultor que tenía una finca que cultivaba, y ahí mismo vivía, y además tenía un préstamo, son parte de las personas que podrían solicitar un préstamo del Sistema de Banca para el Desarrollo para volver a construir su casa y reactivar por completo su negocio.
Estos créditos serán a una tasa de interés del 6% anual con la posibilidad de empezar a pagarlos dentro de un año (en el mes 13) y el monto máximo que se puede solicitar son ¢350 millones.
El plazo máximo de los préstamos está en función de la actividad económica y la necesidad de financiamiento de la micro, pequeña o mediana empresa.
"Si una persona perdió absolutamente todo, reactivarse implica la posibilidad de refinanciamiento de deudas, de la recuperación de su actividad económica y un periodo para poder generar otra vez los flujos que necesita el repago del préstamo y poder mantener su actividad personal", explicó Miguel Aguiar, director ejecutivo del Sistema de Banca para el Desarrollo.
Aguiar explicó que la idea es reactivar completamente al productor para que pueda volver a generar ingresos.
El Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD) es un mecanismo para financiar e impulsar proyectos productivos. Este sistema tiene tres fondos, uno de ellos es el Financiamiento para del Desarrollo (Finade) que tiene un programa para emergencias.
El SBD generalmente presta por medio de otras entidades.
Aguiar explicó que hoy mismo se comunicaron con el sistema Coopeamistad, la Asociación Costa Rica Grameen, el Banco Nacional y el Banco Popular para comenzar a prestar estos recursos. Pero será el lunes 28 de noviembre cuando se reunirán con todos los operadores para poner a disposición los recursos, y comunicarán los lugares exactos donde las personas podrán solicitarlos.
El mismo Finade se convertirá en un banco de primer piso, lo cual significa que ellos mismos prestarán también los recursos en forma directa. Este es un mecanismo que se activa en casos de emergencia.
El director explicó que en Cinchona, cuando fue afectada por el terremoto en el año 2009, los créditos a los productores de la zona se aprobaron en dos semanas.
¿De dónde sale el dinero? Aguiar detalló que tenían ¢6.000 millones disponibles en este programa de emergencias, pero este viernes el Consejo Rector aprobó aumentarlo por medio de un presupuesto extraordinario a ¢20.000 millones, en coordinación con la Contraloría General de la República.
La diferencia por ¢14.000 millones está en un presupuesto extraordinario que el Ministerio de Hacienda envió a la Asamblea Legislativa en el cual se entregan los recursos del impuesto a la banca de maletín, al Sistema de Banca para el Desarrollo.
Aguiar espera que la Asamblea Legislativa pueda aprobar rápidamente este presupuesto, pero mientras tanto utilizarán el flujo de caja disponible.