El cierre de empresas o el recorte de operaciones, este año, ha dejado a unas 1.712 personas sin trabajo.
El recuento surge de información proporcionada por el Ministerio de Trabajo y de las noticias publicadas.
A las 14 empresas de la tabla adjunta se suma Alimentos Jack’s, la cual anunció el traslado de la mitad de sus operaciones en un plazo de cinco años hacia Estados Unidos, El Salvador y Nicaragua.
También, los 600 trabajadores de la empresa Yanber, los cuales esperan el desenlace del convenio preventivo, al cual se acogió la firma.
Este mismo año, compañías extranjeras y locales han generado 9.276 empleos, según información detallada por empresa que brindó el Ministerio de Trabajo. En la tabla adjunta se incluye solo una muestra, por razones de espacio.
No obstante, muchos de los nuevos empleos demandan trabajadores calificados, mientras que la mayoría de personas desempleadas son jóvenes y con poca calificación.
Según la Encuesta Continua de Empleo, de la población desempleada, el 68% tiene secundaria completa o menos en estudios, 71% son de 15 a 34 años y un 88% tiene experiencia.
Esto puede explicar que, a pesar de que los puestos ofrecidos son más que los que se cierran, el desempleo no baja.
Según la Encuesta citada, el desempleo se ubicó en el segundo trimestre del año en 9,5%; unas 218.000 personas.
Los datos de registros de trabajadores con seguro de pensiones de la Caja Costarricense de Seguro Social muestran la reducción de empleos formales, este año, en los sectores más afectados, que son la industria manufacturera (1.664 trabajadores registrados menos entre enero y junio) y comercio (685 empleados menos en el mismo periodo).
El ministro de Trabajo, Víctor Morales y el coordinador a.i. del Programa Estado de la Nación, Jorge Vargas, coinciden en que hay problema de calce entre la oferta y la demanda de empleo.
“Efectivamente, el país enfrenta un desajuste entre oferta y demanda, que hemos señalado como una de las causas estructurales del desempleo, en el sentido de que las actividades más dinámicas requieren mano de obra altamente calificada, y son un mercado laboral de difícil acceso para poblaciones con poca capacidad”, señaló Morales.
“En el perfil del empleo formal que se genera hay, por supuesto, empleos de poca calificación, pero en los últimos años, el empleo que requiere niveles de calificación tiene un peso importante dentro de los nuevos trabajos que se generan. Esos empleos no encajan con el perfil mayoritario del desempleado”, explicó Jorge Vargas.
Para Vargas, es indispensable articular una plataforma pública mucho más vigorosa en materia de empleo, fomento a la producción y productividad de las mipymes (fuente de empleo para mucho del personal poco calificado).
En criterio de Morales, la clave, entonces, está en impulsar con mucha fuerza la educación técnica y, ahí, la formación dual será trascendental, por lo que aprovechó para insistir a los diputados en la urgencia de aprobar esa ley.