Costa Rica marcha a la zaga en innovación y atracción de inversiones frente a países rivales para sus empresas e industrias.
Las solicitudes de patentes de residentes, entre el 2010 y 2013, ubican al país en el puesto 10 en América Latina y en el 87 entre 248 naciones y regiones, según datos del Banco Mundial. .
Si se suman las patentes, marcas y modelos industriales, del 2010 al 2013, es número ocho en solicitudes y el nueve en registros en América Latina.
Mientras, en el ámbito global es el 52 de 134 países, según datos de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), de Naciones Unidas.
“Sí, hay un rezago real relativo a donde tendríamos que estar”, dijo Marcelo Jenkins, ministro de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt).
Sin incentivos. No es sorpresa. La inversión local en investigación y desarrollo subió un poco entre el 2006 y el 2011, a 0,45% del producto interno bruto.
Sin embargo, Ricardo Monge, director de la Comisión Asesora en Alta Tecnología, afirma que el país debería invertir cinco veces más en esta área.
Además, el gasto en investigación y desarrollo de las empresas cayó de 0,19% a 0,09% de la producción interna, según los datos del mismo Micitt.
Buena parte de esos recursos se van en mejorar procesos y productos, más que en crear nuevos. Así también lo mostró, en el caso del sector tecnológico, un reciente informe de la Cámara de Tecnologías de Información y Comunicación (Camtic), que acusa la falta de incentivos por el rezago en el registro de la propiedad intelectual.
En esta situación también inciden el tamaño del mercado interno, la falta de aprovechamiento del talento y de gerentes con experiencia en innovación, y los débiles lazos con los centros de investigación.
También afectan el desconocimiento de los fondos y programas para innovación, el desajuste de la demanda y la oferta educativa y la poca cultura de innovación, pues el registro no es proporcional a la generación de creaciones. “Las empresas en la región utilizan los secretos comerciales para proteger sus invenciones”, dijo Ignacio de León, especialista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En eso tiene que ver el alto costo para una patente, casi que prohibitivo para una pequeña y mediana empresa, según Francisco Gamboa, director ejecutivo de la Cámara de Industrias.
Otro factor es que se olvida que hoy la competencia viene desde otros mercados. Luciano Ciravegna, especialista en inversión e innovación del Incae, advirtió de que muchas firmas tienen un enfoque demasiado local.
A eso se agrega que es incipiente el desarrollo de emprendimientos innovadores en el país.
“La condición para que exista innovación que redunde en patentes y propiedad intelectual es que haya emprendedores”, dijo Marcelo Lebendiker, presidente de la incubadora ParqueTec.