La crisis que azota a la Corporación Yanber logró esquivar los controles de riesgo crediticio de 10 instituciones financieras nacionales, tanto del sector público como privado.
Bancos acreedores de la empresa aseguraron a La Nación que los estados financieros de Yanber, en los primeros meses del 2015, no arrojaban señal alguna de que se avecinaba una inminente quiebra.
Pese a ello, Yanber reconoció en un comunicado de prensa enviado el 4 de junio del año pasado, que tenía problemas de competitividad, los cuales afectaron su posición de liquidez durante los últimos años.
Los bancos afirman que fue hasta cuando la compañía pidió un convenio preventivo de suspensión de pago a sus deudas, el 4 de junio del 2015, que conocieron de la crisis de la empresa.
La firma, que se dedica a la industria del plástico, acumuló deudas por $62 millones con 18 entidades financieras –entre locales y extranjeras; públicas y privadas– y proveedores.
Además de la incertidumbre sobre la recuperación de los préstamos, las 10 entidades financieras locales tuvieron que hacer una estimación por ¢14.500 millones ($27 millones, al tipo de cambio de ayer) por el deterioro de la cartera con Yanber, confirmó la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
El lunes anterior, el Juzgado Concursal del I Circuito Judicial de San José homologó el acuerdo de los acreedores de Yanber –un grupo de 50 empresas– para salvar a la compañía de la inminente quiebra por sus deudas.
El plan incluye la creación de un fideicomiso, propiedad de los bancos privados, que administrará la empresa durante 24 meses y después tratará de venderla.
Samuel Yankelewitz, presidente de Yanber, tendrá que ceder sus acciones al fideicomiso.
Sin claridad. “Los bancos confiaron en la información financiera (de Yanber) y, posteriormente, la información no era la correcta (...). La compañía se veía bien, tenía maquinaria moderna y estaba operando”, expresó Gerardo Corrales, exgerente del BAC San José, una de las entidades afectadas por el impago de Yanber.
Por su parte, Gerardo Ulloa, subgerente general del Banco Nacional de Costa Rica (BNCR), dijo que los análisis de riesgo de la empresa mostraban una operación normal y la compañía siempre estuvo al día con sus obligaciones crediticias.
“El Banco (Nacional) va a solicitar una investigación completa del proceso contable, ahora que la empresa cambió de propietarios”, sentenció Ulloa.
Una de las observaciones repetida por los banqueros fue que ninguno anticipó la debacle económica de la empresa. “Un balde de agua fría”, según lo calificó Manfred Lacayo, gerente de Finanzas de Financiera Desyfin.
“La administración (de Yanber) no fue la adecuada, los controles internos no fueron los adecuados. Todos los banqueros no tenemos certeza si los estados financieros estaban correctos”, recalcó Lacayo.
Javier Cascante, superintendente general de entidades financieras, aseguró que actúan sobre los auditores externos de las entidades supervisadas, no de los deudores.
Consultado sobre las observaciones de los bancos, Francisco Luis Vargas, abogado de Corporación Yanber, manifestó que ahora debe verse al futuro y hacer a la empresa funcional.
“Ya se llegó a un acuerdo (con los acreedores). Se votó y se aprobó. Hay que ver hacia el futuro; qué fue lo que pasó ya no importa. Esos temas (situación financiera) son el pasado, son historia. Ahora viene la salvación de la empresa”, enfatizó Vargas.
Vargas dijo que la junta de acreedores debía hacer el análisis de la situación financiera de Yanber antes de votar el acuerdo. “Si, de acuerdo con los análisis (los acreedores), creen que no deben aprobar el convenio, se vota en contra, y si no, se aprueba. La causa del problema de Yanber no impide llegar a un acuerdo”, aseguró el jurista.
En un comunicado enviado hace ocho días, Yankelewitz mostró satisfacción por el acuerdo obtenido con las entidades financieras para salvar la empresa.
“Salgo con la cabeza en alto porque, de acuerdo con el marco legal, se procedió a buscar una solución conveniente para todas las partes y honrando todas las deudas con las instancias públicas y privadas”, dijo Yankelewitz.
Golpe. Los bancos hicieron la estimación de los préstamos a Yanber de forma automática, el año pasado, porque así lo dicta la normativa crediticia, dijo Cascante.
El Reglamento de Calificación de Deudores señala que en caso de un deterioro de pago de un cliente, la entidad debe reservar la parte no cubierta (sin garantías) de la operación de crédito.
La crisis de este fabricante de plásticos significó una tercera parte del alza de las estimaciones bancarias por deterioro crediticio del 2015.
Además, generó un golpe a las ganancias bancarias el año pasado, confirmaron a La Nación instituciones acreedoras.
Andrés Víquez, subgerente del Banco de Costa Rica, reconoció que las estimaciones por la mora crediticia tienen un impacto en los resultados del banco.
Gerardo Ulloa, subgerente general del Banco Nacional, detalló que la provisión correspondiente a la reclasificación de este crédito se cargó contra el estado de resultados del 2015.