Agencias de viajes y revistas de lujo están alentando a los turistas a que viajen a Cuba antes de que cambie. Pero quienes quieran ir y ver deben estar dispuestos a prescindir de la comodidad que implican los cajeros automáticos, las tarjetas de crédito o el acceso al Wi-Fi. Tenga en cuenta algunos consejos antes de viajar.
Si necesita algo, tráigalo. Olvidé traer mi cepillo de dientes a La Habana. Me tomó tres días encontrar uno. Aunque los vendedores ambulantes te ofrecen camisetas del Che Guevara y frutas tropicales, no vas a encontrar protector solar o curitas.
Los hoteles de lujo te pueden vender algunas cosas en sus tiendas pero en La Habana no hay muchas tiendas.
Otra lógica. Por la hora de mi viaje a Estados Unidos estuve en el aeropuerto de La Habana a las 5:30 de la mañana y con toda la documentación lista. Lástima que el aeropuerto no abría sus puertas sino hasta las 7 am.
También fui a la famosa fábrica de tabacos H.Upmann para una visita guiada pero me enviaron a otro lugar a comprar el boleto. Allí me dijeron que no había tour para hoy, pero que me podían vender un boleto para mañana.
Efectivo. Hay que llevar dinero en efectivo para cambiarlo por pesos. Y no gastes mucho pues sólo hay un puñado de cajeros automáticos y las tarjetas bancarias de Estados Unidos no son aceptadas.
En teoría, un dólar estadounidense cuesta un peso cubano pero el gobierno cobra 13% por la transacción por lo que terminas obteniendo 87 centavos por cada dólar. Los cubanos te pueden ofrecer 90 centavos por dólar; pero ten cuidado en quien confías.
Yo tengo una tarjeta MasterCard, otra Visa y una American Express, pero no pude usar ninguna ahora en mi viaje en mayo. Incluso cuando las reglas cambien, o si sus tarjetas no son de Estados Unidos, las tiendas rara vez aceptan el dinero plástico.
Wi-Fi. La falta de acceso a la internet hace que resulte muy difícil planear los viajes en Cuba hasta el último detalle. Te lleva varios días confirmar las reservas y los arreglos que hayas hecho porque la mayoría de los cubanos no pueden consultar su correo electrónico desde casa. Y las reservas en línea son realmente exóticas.
Si necesitas meterte a Internet en La Habana, los hoteles te venden tarjetas de Wi-Fi que puedes usar en el lobby. Cuestan entre cuatro o cinco dólares y te duran 30 minutos. Pero incluso con las tarjetas el Wi-Fi no puede funcionar aún si compras la tarjeta. Es esencial llevar un mapa pues los taxis carecen de GPS y no se puede 'googlear' una dirección sobre la marcha.