En el primer trimestre del año la actividad económica avanzó, las exportaciones crecieron y las tasas de interés bajaron.
No obstante, se mantienen señales de alerta. Una de ellas es que, aunque la economía crece, el aumento no es generalizado.
Si se excluye la producción de las empresas ubicadas en zona franca, el incremento del índice de actividad económica en los primeros dos meses fue de apenas un 0,2% y del 2,2% en los últimos 12 meses.
Para el presidente del Banco Central, Rodrigo Bolaños, no se trata de un estancamiento, sino de una desaceleración.
El crecimiento en la producción es necesario para generar empleo. Por ahora, la única pista sobre la evolución del empleo en el primer trimestre la dan los registros de trabajadores asegurados, el cual muestra una caída del 9% en marzo del 2013 frente al mismo mes del 2012.
En junio, el Instituto Nacional de Estadística y Censos publicará la encuesta de empleo con datos de los sectores formal e informal.
Inflación amenazada. Otro indicador que cruzó el primer trimestre con problemas fue la inflación, no solo porque repuntó, sino porque hay factores que la amenazan a futuro, como el exceso de recursos en colones debido a la compra de divisas que realiza el Banco Central.
Bolaños espera que la inflación retorne en los próximos meses al rango meta (entre 4% y 6%).
No obstante, para Max Soto, director del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica, hay factores que atentan contra esta intención.
“La prevalencia de excesiva liquidez internacional y de un desequilibrio fiscal interno muy elevado (4,9% del PIB) que, junto con la posible conversión a colones del remanente de los $1.000 millones en eurobonos emitidos en noviembre del 2012 y de los $1.000 recientemente emitidos, pondrán mucha presión sobre el Banco Central, que le dificultará mantener la inflación cercana al 6% o mantener la tasa de interés en el rango del 7% al 8%”, comentó Soto.
Bolaños tiene claro estos retos. “Podría decirse que el déficit fiscal y el mantenimiento del régimen cambiario son dos de las restricciones que limitan un mejor control monetario y, por tanto, de la inflación en el mediano y largo plazo”, señaló el jerarca.
Aun así, Bolaños guarda la esperanza de que la inflación retorne al rango meta y prevé que la actividad económica se acelere en la segunda mitad del año, para ubicar su tasa anual en un 4%.
Soto, por su parte, prevé que la economía crezca entre 4% y 5% este año, con inflación del 6%, tasa básica entre el 7% y el 8%, déficit fiscal cercano a 5% de la producción y un desempleo superior a 9,5%.