Siete hoteles del tipo boutique, que ofrecen un servicio personalizado de alta calidad, se añadirán a la oferta de hospedaje de Costa Rica.
El Departamento de Gestión Turística del ICT detalló que se trata de hotel Altagracia Lodge en Pérez Zeledón; albergue Clepsidra Lodge (Belén, Heredia) y hotel Punta La Jolla (cantón Central de Puntarenas).
También, en Guanacaste, el condohotel Altos del Risco (Papagayo) y hotel Esplendor Tamarindo, en Santa Cruz; mientras en San José abrirán el Green Residence Hotel and Suites, y el Villa Vista, en Escazú.
Según el ICT, estos proyectos sumarán 291 habitaciones y generarán 213 empleos. Algunos están en construcción y otros en el trámite de permisos.
Uno de los que están más adelantados es Altagracia, el cual abrió el 15 de enero pasado pero estará funcionando plenamente a partir del 1.° de junio.
Ventajas. Estos hoteles se unirán a los 45 que ya operan en el país y se pueden calificar como tales, indicó el Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
Sin embargo, del total, solo 13 cuentan con la certificación como boutique del ICT, ya que el trámite es voluntario. Entre ellos, ofrecen 394 habitaciones y generan 727 puestos.
Este tipo de hospedaje no es para turismo masivo, sino para clientes de alto poder adquisitivo que buscan servicio, tranquilidad y confortabilidad, por lo que generalmente los locales tienen pocas habitaciones.
El auge de este tipo de establecimientos se incrementó en últimos años, coincidieron Gustavo Alvarado, director de gestión y asesoría turística del ICT, y Gustavo Araya, presidente de la Cámara Costarricense de Hoteles.
Alvarado dijo que Costa Rica tiene una particularidad importante, pues brinda servicios reconocidos como de alta calidad.
Agregó que estos visitantes tienen una mayor capacidad económica; es decir, de clase media alta para arriba.
Esos factores facilitan el desarrollo de este tipo de hoteles, los cuales ofrecen servicios personalizados, inmersos en un ambiente de lujo, específicamente para turismo de alto poder adquisitivo.
Para Alvarado, este segmento tiene un futuro positivo y promisorio para el país, ya que las últimas tendencias apuntan a que quien invierte en sus vacaciones, lo hace en entornos de ese nivel.
Por su parte, Araya consideró que el fuerte crecimiento de los últimos tres años de este tipo de turismo va en concordancia con una tendencia mundial.
Recordó que, cuando la actividad entró en crisis, el segmento de alto poder adquisitivo fue el único que registró aumentos.
El turismo boutique y el de convenciones y congresos, son los de mayores posibilidades y en los cuales Costa Rica debería invertir, añadió el empresario.
Las buenas expectativas motivaron a la familia Esquivel a invertir más de $40 millones en el hotel Altagracia, ubicado en Santa Teresa de Cajón, Pérez Zeledón.
Este local tipo boutique busca posicionar a Pérez Zeledón como destino turístico en el país, dijo Cristina Jones, directora de Mercadeo y Relaciones Públicas.