El aporte a la reserva del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) disminuyó por cuarto año consecutivo.
El principal fondo de pensiones del país tuvo una capitalización de ¢97.000 millones el año pasado; es decir, un 15% menos frente al 2013, según datos oficiales de la Caja Costarricense de Seguro Social, suministrados a La Nación .
A diciembre pasado, la reserva del sistema IVM cerró en ¢1,9 billones. Los recursos que entran a este fondo provienen de la utilidad generada por la diferencia entre los ingresos y gastos de cada año.
El IVM se financia con las cotizaciones obrero-patronales, los intereses de las inversiones de la reserva del régimen, así como con multas y ganancias de la cartera de crédito de la Caja.
Del lado de los egresos, el 85% es por pago de pensiones. El resto son gastos administrativos y médicos de los jubilados.
La reducción en la capitalización refleja que las ganancias del IVM son insuficientes para enfrentar mayores gastos, según el informe de coyuntura del Sistema Nacional de Pensiones, del primer trimestre del año, de la Superintendencia de Pensiones (Supén).
El acelerado crecimiento en el número de nuevos pensionados es la principal razón de las dificultades del sistema. En los últimos cinco años, la cantidad promedio de jubilados anuales fue superior a las 10.300 personas.
Mientras que, en la década del 2000, la cantidad promedio de nuevos retirados ascendió a 6.500 personas, según la información estadística de la Caja.
Al finalizar el 2014, el número total de beneficiarios con una pensión eran 217.345 personas.
La salud financiera del IVM es relevante porque en dicho régimen cotizan 1,4 millones de trabajadores y 80.691 patronos. Los recursos se invierten para financiar las pensiones futuras.
Adicionalmente, al cierre del año pasado, la entidad autónoma realizó una serie de ajustes contables en el IVM que generaron una baja de cuentas por cobrar por ¢55.000 millones.
Razones. Gustavo Picado, gerente financiero de la CCSS, afirmó que el alza en la tasa de cotización obrero-patronal traerá aire al IVM. La contribución promedio del trabajador aumentó del 8% al 8,5% durante este año.
“El número de personas jubiladas crece a un número mayor del que históricamente se reportaba, lo que genera más gastos para pagos de pensiones y la menor capitalización”, afirmó Picado.
Sin embargo, las proyecciones de la misma Caja muestran que los ingresos adicionales serán insuficientes para este año.
Picado añadió que se han tomado otras medidas como el incremento de la base mínima contributiva para trabajadores independientes y voluntarios.
Para la Supén, los menores aportes hechos a la reserva del IVM son el reflejo de un problema estructural en el régimen.
El resultado es que se usan parte de las reservas y sus rendimientos para cubrir el pago de las pensiones, argumenta Supén.
El estancamiento del mercado laboral es otro de los problemas del sistema, enfatizó Pablo Sauma, especialista de la Universidad de Costa Rica en materia de pensiones y mercado laboral.
El IVM se nutre, principalmente, de los aportes de los trabajadores y los patronos. Por tanto, la menor generación de empleo formal impacta de manera negativa el régimen de pensiones.