La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) reformará el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) con base en estudios actuariales cuestionados por la Superintendencia de Pensiones (Supén).
La institución autónoma usará sus propios análisis para aprobar modificaciones de aplicación inmediata en el fondo, confirmó Jaime Barrantes, gerente de Pensiones.
Sin embargo, la Supén objetó, desde el 2010, los resultados de las valoraciones de la Caja al IVM porque, aseguró, las proyecciones de los estudios internos no coinciden con la evolución real del fondo de pensiones.
Por su parte, Barrantes insistió en que los análisis de la institución tienen el aval metodológico de la Organización Internacional del Trabajo.
La Junta Directiva de la CCSS decidió, el jueves anterior, utilizar sus propios estudios actuariales luego de desconocer los resultados del análisis independiente al régimen realizado por el actuario Eduardo Melinsky.
El informe concluyó que las reservas del IVM se agotarán a partir del 2023 , en el escenario más crítico.
Los directivos de la Caja rescindieron el contrato por unanimidad , el jueves anterior, luego de la conclusión de la Gerencia de Pensiones y Supén de que el estudio de Melinsky incumplió requisitos técnicos y de metodología.
Ambas entidades públicas contrataron al actuario el año pasado, por $125.000; pero no pagarán dicha suma porque el estudio se rechazó, dijo Barrantes.
El IVM es el principal fondo de pensiones de Costa Rica. Actualmente tiene más de 224.000 pensionados, 1,4 millones de cotizantes y una reserva de ¢1,9 billones.
Propuestas. Los directivos de la Caja también acordaron el jueves 27 de agosto la creación de una hoja de ruta de reformas al IVM de corto y mediano plazo.
Entre las medidas inmediatas se propone acelerar el alza quinquenal de 0,5 puntos porcentuales en el aporte obrero-patronal, aprobado en el 2005. La cotización es actualmente de un 8,5%, pero llegará al 10,5%, en el 2035.
También, se plantea eliminar el adelanto de pensión de 65 años a 62 años; subir el aporte de los trabajadores al IVM de 2,78% al 3,78%, y elevar la base mínima contributiva al salario mínimo.
Tales ajustes están incorporadas en el más reciente estudio interno de la CCSS a ese fondo, denominado “Valuación actuarial de largo plazo del seguro de pensiones”, con corte al 31 de diciembre del 2014, así como en una iniciativa de reforma presentada el jueves anterior en Junta Directiva por José Luis Loría, representante del sector cooperativo.
“De avalarse estas medidas de corto plazo no será necesario tomar recursos de las reservas del IVM para pagar pensiones ni los aguinaldos de los jubilados”, explicó Loría.
Las reformas de corto plazo se decidirían en Junta Directiva sin consultar a los patronos, trabajadores ni al Gobierno, confirmaron Loría y Barrantes.
Álvaro Ramos, actual superintendente de Pensiones, dijo que no tiene problema en la implementación de reformas inmediatas al IVM, si tienen fundamento técnico, aunque sea con los propios estudios de la Caja fuertemente cuestionados por su antecesor, Édgar Robles.
Para realizar los cambios de mediano plazo, la Caja contratará otro estudio actuarial independiente que tendrá coincidencia técnica y metodológica con los mismos informes de la institución, enfatizó Barrantes.
Con el nuevo análisis, la CCSS planteará propuestas a nivel nacional de modificar edad de retiro, beneficios e incremento en los aportes al fondo de pensiones.