Atenas. AFP. El ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis, aseguró el sábado que Grecia podría prescindir de un nuevo préstamo para intentar sacar a flote su maltrecha situación económica.
Esto, mientras su gobierno, falto de liquidez, intenta desbloquear los fondos de rescate.
Según el jerarca, Grecia puede salir adelante sin un nuevo préstamo, siempre que se cumpla la condición de reestructurar su deuda.
Así lo afirmó Varufakis en una entrevista en el diario Efimerida ton Sindakton (centroizquierda).
A la pregunta de si había habido conversaciones entre los bastidores de la negociación, sobre una reducción de la deuda, el ministro helénico respondió afirmativamente durante la entrevista.
El Gobierno de Grecia ha sido un duro crítico de la posición asumida por sus socios de la zona del euro.
Varufakis –uno de los funcionarios públicos griegos más cuestionador– describió a sus homólogos europeos como “socios divergentes”.
“Son socios gobernados por el miedo provocado por la crisis y la solución de la crisis, que todo el mundo, en el fondo, sabe que es inestable y que traerá nuevos problemas”, dijo el ministro de Finanzas.
Varufakis advirtió de que si la zona euro no cambia, morirá.
Y consideró que ningún país, y no únicamente Grecia, debería haberse unido a un sistema monetario “tan mal estructurado”, reprochó.
“Una cosa es decir que nosotros no deberíamos habernos adherido nunca al euro y otra decir que debamos abandonarlo”, precisó.
Varufakis dice estar consciente de que dar marcha atrás ahora y abandonar la zona del euro conduciría a una mala e imprevisible situación.
El jerarca de las finanzas griegas reiteró que seguía a cargo del equipo de negociación griego a pesar de los últimos cambios.
Entre las decisiones del Gobierno, estuvo darle la coordinación del equipo negociador al profesor de Economía Euclides Tsakalotos.
Atenas no ha recibido ni un euro de sus acreedores desde el pasado otoño.
La nación espera el desbloqueo del resto de los fondos de rescate prometidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE).
Esos recursos los necesita el país para evitar un retraso en el pago de sus obligaciones financieras y una eventual salida del euro.
Según analistas, la delegación griega y el Eurogrupo estuvieron en contacto durante todo el fin de semana para intentar superar sus diferencias.
El Gobierno heleno, dirigido por el partido de izquierda radical Syriza, desde el pasado enero, continúa rechazando las exigencias del Eurogrupo y sus roces con la Cancillería alemana han sido evidentes.
Atenas necesita los fondos que están bloqueados para poder asegurar el buen funcionamiento diario del Estado y hacer frente al pago de varios préstamos este verano.