JP Morgan, el banco más grande en Estados Unidos por volumen de activos, según la Reserva Federal, recomendó a sus inversionistas tener menos bonos de Costa Rica en sus portafolios ante el mayor riesgo fiscal.
En un reporte publicado el 14 de mayo la firma actualizó su índice global de bonos de mercados emergentes (EMBIGD, por su siglas en inglés), en el cual se asigna un peso a los títulos de cada país de esa categoría.
En dicho indicador los bonos de Costa Rica pasaron de marketweight a underweight .
Según Douglas Montero, analista de mercados internacionales, el criterio marketweight se aplica cuando no se esperan cambios futuros en el bono, entonces la decisión es neutral.
En el underweight se prevé que en el futuro las condiciones de un activo se deterioren, entonces el administrador de cartera decide tener menos proporción del título de lo que el índice recomienda.
El viceministro de Hacienda, encargado de ingresos, Fernando Rodríguez, dijo que esta noticia desgraciadamente era algo que podía suceder en algún momento, porque se sigue acumulando déficit y no se vislumbra una salida a corto plazo.
JP Morgan dejó claro que la degradación obedece a la situación fiscal. “Aunque existe un amplio consenso sobre la necesidad de detener la hemorragia fiscal, la falta de control del Congreso y la oposición política a la reforma del partido gobernante han hecho bastante improbable que un remedio efectivo se administrará en el corto plazo”, señaló la compañía financiera en su reporte.
Para complicar el panorama, añade la firma, el crecimiento económico está en su nivel más bajo en más de cinco años, con una expectativa de aumentar un 3,4% en el 2015, un porcentaje significativamente inferior a su potencial de crecimiento del 4,3%, según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional.
Para este año el déficit del Gobierno se prevé que represente un 5,7% de la producción, con lo cual se cumplirán cinco años consecutivos con altos faltantes.
Para el 2015 se aprobó un alza en el presupuesto de gastos del Gobierno del 19% y ese plan conlleva un déficit pasivo (si se aplica tal cual) de 6,7% del PIB.
Mientras, las bancadas de oposición en el Congreso han advertido de que no habrá impuestos mientras el Gobierno no dé señales claras de reducir gasto.
Llamado. El viceministro Rodríguez aprovechó la alerta para hacer un llamado a los sectores políticos a discutir reformas fiscales.
“Yo con esto lo que reiteraría a las fuerzas políticas es el llamado para que enviemos esas señales de que hay voluntad en la Asamblea Legislativa, de que vamos a empezar los proyectos porque eso podría ayudar a revertir este tipo de opiniones”, aseguró.
Añadió que una de las implicaciones de esta decisión es que ya no hay espacio para otra colocación de bonos en los mercados internacionales (para dar más tiempo a las decisiones) pues no van a tener buena recepción.
“Comparto la preocupación que tiene muchísima gente, y desde la Asamblea Legislativa le hemos reiterado al Gobierno la necesidad de rectificar el rumbo especialmente en el gasto”, dijo la diputada Sandra Piszk.
“Nosotros, desde Liberación Nacional, hemos presentado los proyectos de reforma de pensiones (…), y por otro lado también presentamos una ley, que no es de empleo público, sino que hace un ordenamiento de todo lo que son los pluses salariales”, añadió.
“Es importante, por el bien del país, que el Gobierno y los partidos de oposición que hoy lideran la Asamblea Legislativa, se sienten a negociar las reformas que se requieren para detener el crecimiento del gasto y aumentar los ingresos del Gobierno”, señaló Luis Mesalles, directivo de la Unión de Cámaras (Uccaep).