Un nuevo estudio actuarial independiente que analizará el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) estaría listo en octubre próximo.
Jaime Barrantes, gerente de Pensiones de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), entidad que administra el IVM, dijo que en abril se firmó el contrato con la Universidad de Costa Rica (UCR), la cual tiene seis meses para dar el informe final.
El diagnóstico de la salud del principal fondo de jubilaciones del país costará ¢44,5 millones y será asumido por la CCSS.
Barrantes detalló que el IVM será sometido al análisis denominado proyecciones demográficas y financieras, que es el mismo que utiliza esa entidad autónoma en sus propios estudios.
En esta ocasión, al fondo no se le hará evaluación de balances actuariales –con la cual se determina el déficit futuro– tal como solicitó la Superintendencia de Pensiones (Supén) en el trabajo realizado por el actuario argentino Eduardo Melinsky.
“En este caso, solo se usará la metodología que utilizamos nosotros”, recalcó Barrantes.
Para la Caja, el informe de la UCR será la base para negociar, con trabajadores, patronos y Gobierno, los cambios para darle sostenibilidad financiera al IVM.
Álvaro Ramos, jerarca de la Supén, confirmó que, en esta ocasión, esa superintendencia tendrá un rol de revisión técnica del nuevo estudio actuarial.
“Siento anuente a la Caja a escuchar nuestras recomendaciones y a explicarle al país los cambios necesarios para el IVM”, manifestó Ramos.
Este régimen cerró el año pasado con 216.793 jubilados.
El fondo se financia, principalmente, con la cotización de 1,4 millones de trabajadores, 82.000 patronos y el Estado.