Una pésima gestión de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) en la construcción del Proyecto Hidroeléctrico Balsa Inferior provocó que el costo final de la planta se cuadruplicara.
La inversión prevista de la obra pasó de $94 millones en el 2008, al iniciarse el proyecto, a $361 millones en marzo del año pasado, cuando concluyó la edificación de la generadora.
Así lo determinó el Informe público de la investigación preliminar del Proyecto Hidroeléctrico Balsa Inferior, realizado por la CNFL, y que fue aprobado por el Consejo de Administración el pasado 12 de abril.
La pesquisa detectó graves irregularidades y omisiones en la supervisión y fiscalización de la obra, que incluso fue calificada como de informal en la pesquisa de la empresa.
La CNFL remitió el documento como prueba de denuncia a la Contraloría General de la República (CGR) para que investigue a exfuncionarios por una presunta afectación de recursos públicos.
Adicionalmente, la entidad iniciará procedimientos administrativos de investigación contra empleados que estuvieron involucrados en la administración del proyecto, confirmó Jorge Pacheco, asesor financiero de la Gerencia General de la Compañía.
El Proyecto Hidroeléctrico Balsa Inferior , localizado en Los Ángeles de San Ramón, tiene una capacidad de generación instalada de 37,5 megavatios.
Fallos. Una de las principales faltas de la CNFL, señalada en el informe, fue que no hubo ningún tipo de supervisión en el estudio de factibilidad en la cual se fundamentó el análisis financiero, económico y social.
Además, el documento reveló que al Consejo de Administración de la empresa estatal no se le informó del aumento de los costos del proyecto una vez que se contrató al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) para construir la mayor parte de la obra.
Por el contrario, solo se le solicitó la contratación de tres créditos, en un plazo de un año y cuatro meses, por un monto de $193 millones.
La justificación dada, según el informe, fue que la emisión de deuda, por $106 millones, era insuficiente para construir la totalidad de la planta hidroeléctrica.
“Se determinaron debilidades en el proyecto. El hecho de no tener informado al Consejo de Administración y de supervisión de los procesos de construcción hacen pensar que hubo unas malas prácticas administrativas”, aseguró Pacheco.
Pablo Cob, exgerente general de la Compañía , negó ayer que el Consejo de la CNFL no estuviera informado del proceso de edificación de la planta Balsa Inferior.
“A los directivos y al Comité de Vigilancia siempre los tuvimos informado mes a mes de la evolución del proyecto porque el Consejo debe aprobar los estados financieros”, aseguró Cob.
Después de la investigación de la planta Balsa Inferior, la CNFL actualizó los procesos de planificación y administración de proyectos de inversión, así como la creación de una nueva política para la construcción de obras de generación eléctrica.