La deuda pública del Gobierno Central alcanzó, al cierre del 2014, un monto de ¢10,4 billones, equivalente al 39,3% de la producción, la mayor razón en los últimos 10 años.
En solo seis años, el país retrocedió el terreno que había ganado y la carga de la deuda del Gobierno Central (el monto total de estas obligaciones comparadas con la producción) subió 14,6 puntos.
Por otro lado, la deuda pública total, que incluye también al Banco Central y al resto del sector público, representó un 58,6% de la producción.
Para el exministro de Hacienda, Édgar Ayales, la parte más problemática es la del Gobierno Central, pues el resto del sector público tiene una dinámica diferente, la mayoría recibe ingresos propios por la venta de servicios y parte de su endeudamiento es para inversión.
La deuda surge porque el Gobierno requiere endeudarse cada año para cubrir los gastos que no puede satisfacer con los ingresos corrientes (el déficit).
Consecuencias. La secuela de dicho crecimiento la siente, generalmente, la población por medio de menor producción, empleo y obras públicas.
El economista y expresidente del Banco Central, Rodrigo Bolaños, citó el estudio Crecimiento en tiempos de deuda , de los autores Carmen M. Reinhart y Kenneth S. Rogoff.
En dicho análisis se demuestra que, en el caso de Costa Rica, con base en cifras de 1950 al 2009, cuando la deuda del Gobierno Central estuvo por debajo del 30% de la producción, nuestro país tuvo un crecimiento económico de un 6,9%.
Sin embargo, cuando la deuda osciló entre 30% y 60%, dicho crecimiento bajó a 5% y conforme más aumentó el débito, menos creció el país.
“ Grosso modo , por cada 15 puntos adicionales de deuda a PIB, la tasa de crecimiento puede caer en cerca de 1,5 puntos porcentuales en Costa Rica”, destacó Rodrigo Bolaños.
La razón por la cual la deuda afecta el crecimiento es que se presionan, por lo general, las tasas de interés al alza, lo que afecta las inversiones de las empresas.
Ayales, además, añadió que en la medida en que dicha deuda suba, el Gobierno requiere pagar más intereses y le va quitando al país la posibilidad de invertir en obras estatales.
En los últimos años, recordó Rodrigo Bolaños, las tasas no han subido mucho por las ventas de bonos en el exterior, que el Gobierno hizo hasta este año.
El ministro de Hacienda, Helio Fallas, explicó que para detener dicho crecimiento, el Gobierno labora en dos áreas: la reducción del déficit, especialmente el primario (ingresos menos gastos, excluidos los intereses), y el crecimiento económico.
“Esto es una alerta, en términos de que es un monto alto; sin embargo, hay un poco de polémica sobre cuál es el límite de esto (relación deuda a PIB). Es un aspecto por tomar en cuenta y, por lo tanto, hay que apresurarse a aprobar las reformas (que regirían) a partir del 2016”, señaló Fallas. Añadió que realizan esfuerzos para que la producción crezca este año un poco más del 3,4% que prevé el Banco Central.