Washington. AFP Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal (Fed) estadounidense, aseguró que eventuales “sorpresas” en la economía mundial y la aún indeterminada política fiscal del futuro gobierno de Donald Trump podrán impactar en la política monetaria de Estados Unidos.
La única mención de Yellen a las posibles políticas del nuevo gobierno apareció en el último párrafo de su discurso pronunciado el 20 de enero anterior, en consonancia con declaraciones suyas previas.
“Mencionaría el efecto potencial en el panorama económico de cambios en la política fiscal”, dijo en el Stanford Institute for Economic Policy Research, en California.
“En este punto, no obstante, el tamaño, el momento y el tenor de tales cambios son inciertos”, agregó.
Estas declaraciones están en línea con una alocución previa, cuando afirmó que los bancos centrales “seguirán de cerca” los cambios de política económica bajo el gobierno de Trump.
Muchas “sopresas”. Trump prometió gastos masivos en infraestructura así como desregulaciones y recortes de impuestos a las empresas.
Yellen subrayó que “la política monetaria de los próximos pocos años dependerá de muchos distintos factores, y la política fiscal es apenas uno”.
Asimismo, dijo que “la fortaleza del crecimiento global también tendrá una importante incidencia” en las tasas de interés.
Alertó que “la amplitud de las sorpresas es considerable”, aunque no proporcionó detalles sobre el panorama mundial.
En diciembre, el Comité de Política Monetaria de la Fed (FOMC) dijo que esperaba tres aumentos en las tasas en 2017, y Yellen reiteró que lo mejor era “ajustar gradualmente en el tiempo el paso de la política monetaria, una estrategia que debería mejorar la perspectiva de que la economía logrará un crecimiento sostenible”.
La Fed en diciembre subió las tasas de interés por segunda vez desde 2008 basada en buenas perspectivas económicas.
Tras la larga recuperación desde la crisis financiera de 2008, finalmente la inflación comienza a subir hacia la meta de 2% de la Fed, mientras el mercado de trabajo mejora y los salarios suben, pero Yellen rechazó la noción de un calentamiento de la economía, algo que calificó de “riesgoso y poco sensato”.
Advirtió que “esperar demasiado para endurecer la política (monetaria) requeriría que la FOMC elevara eventualmente las tasas rápidamente, lo que podría perturbar los mercados financieros y empujar a la economía a una recesión”.
La titular de la Fed, que ha sido criticada por Trump por su manejo de la política monetaria durante la recuperación, volvió a argumentar contra el reglas rígidas para ajustar las tasas de interés.