La Dirección General de Tributación (DGT) analiza si el cambio contable de los arrendamientos de obras, para cumplir con las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), implica una devolución en el pago de impuestos a los fideicomisos del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
La entidad estudia, desde el año pasado, cuál es el tratamiento impositivo que debe darle a los fideicomisos con los cuales la empresa pública desarrolló proyectos como la planta hidroeléctrica Reventazón, la central térmica de Garabito, Cariblanco o Toro III.
El análisis se inició después de una consulta efectuada por la Unidad Ejecutora del Fideicomiso de Titularización Planta Térmica Garabito ICE/BCR sobre el efecto de la reclasificación de operativo a financiero. Entre las conclusiones de este órgano administrativo están que las declaraciones de impuestos rectificadas, de los últimos cuatro años, generaría la petición de devolución de $35 millones de pagos de más al fisco.
“La Dirección General de Tributación se encuentra valorando (...) el tratamiento fiscal de los arrendamientos en sus distintas modalidades como operativos, operativos en función financiera y financieros en el impuesto sobre el valor agregado (IVA) y en el impuesto sobre las utilidades”, detalló la entidad por escrito.
La entidad indicó que la evaluación se efectúa con base en las leyes de ambos gravámenes, así como en el decreto ejecutivo Medidas tendientes a evitar el abuso en detrimento del interés fiscal de la figura del Leasing. Sin embargo, la aún no se ha emitido la resolución definitiva.
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En diciembre anterior, la DGT remitió una consulta a la Procuraduría General de la República (PGR) sobre la nueva situación tributaria de estos instrumentos, pero todavía no ha habido respuesta.
La Nación consultó a la dependencia del Ministerio de Hacienda a cuánto ascendería la eventual devolución de impuestos pagados de más en otros fideicomisos del Grupo ICE. Empero, se indicó que por el principio de confidencialidad tributaria, no podían brindar información.
Por su parte, el ICE detalló que espera la definición de este tema por parte del fisco.
La incorporación de las normas NIIF en el Instituto tiene varios años de estar en disputa. La compañía aseguró, en octubre del 2020, que se cumplía al 100% con estas reglas internacionales.
Sin embargo, la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) y cámaras empresariales cuestionaron que cumpliera en su totalidad con la reclasificación de los arrendamientos de operativos a financieros, lo cual generaba un impacto negativo a nivel tarifario para los clientes.
Incluso, a finales del 2020 y a inicios del 2022, la Aresep no reconoció el costo operativo de los alquileres de plantas de producción de energía. En mayo pasado, el ICE admitió a este diario que, a nivel tarifario, están pendientes de cumplir con las reglas de contabilidad internacional.
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El año pasado, el pago de los arrendamientos financieros ascendió a ¢41.258 millones. En tanto que el saldo de la deuda por este instrumento ascendió a ¢397.249 millones, es decir, el 13,3% del total de pasivo de la empresa pública cuyo saldo fue de ¢2.984.771 millones al cierre del 2021, muestran sus estados financieros.
Nuevo tratamiento
El Fideicomiso Garabito detalló, en junio anterior en un hecho relevante, que la modificación contable del instrumento de operativo a financiero, como lo dicta la norma NIIF, implicaría presentar de nuevo las declaraciones de impuestos hechas en los últimos cuatro años.
“La reclasificación llevaría a presentar declaraciones de impuestos rectificativas por $12 millones en impuestos de renta y por $18 millones en IVA, en ambos impuestos por pago de más. Eso no incluye la declaración del impuesto de renta del 2021, que puede significar $5 millones adicionales. En total podrían ser $35 millones, lo que podría llegar a solicitar el Fideicomiso a la DGT que le devuelvan” se señala en el documento.
El Fideicomiso Garabito hace retención del IVA por la venta de sus servicios al ICE. Mientras que renta se cancela sobre la ganancia lucrativa por el alquiler de la obra, se detalla en los estados financieros del proyecto al 2021.
La unidad ejecutora de esta obra, bajo la dirección del Banco de Costa Rica (BCR), también indicó que la PGR determinó, ante consultas del ICE, que no es posible modificar la estructura legal de un fideicomiso cuando está en ejecución, pues hay situaciones jurídicas consolidadas.
“Desde un inicio se ha considerado que el arrendamiento de la planta es operativa y, conforme con ello, se han pagado los impuestos, por lo que sería improcedente declarar, en la actualidad, que es financiero y solicitar por ello devolución de impuestos”, se indica en el hecho relevante.
El ICE paga una cuota por el arrendamiento de sus fideicomisos, cuando la clasificación era operativa implicaba que la Institución pudiera cobrar la totalidad del costo de la planta. En el caso de la planta Garabito el arrendamiento mensual es de $4,3 millones, según los estados financieros del proyecto.
“Cuando es arrendamiento financiero, una parte de la cuota de la deuda se trata como intereses del contrato y la otra parte amortiza una deuda (a largo plazo)”, explicó Julio César Vargas, contador público e instructor internacional de NIIF.
Vargas comentó que los cambios contables implican una nueva causalidad que tiene implicaciones impositivas.