Nueva York, 1 ene (EFE).- El 2003, con unas ganancias similares a las de finales de la década pasada, cerró en medio de los vítores y celebraciones de los inversores de Wall Street, pero tras la fiesta los analistas hacen proyecciones mucho menos optimistas para el 2004.
Las bolsas cerraron ayer un año con alzas del 25,3 por ciento para el Dow Jones, que quedó en 10.453 puntos, del 50 por ciento para el Nasdaq, que cerró en 2.003 enteros, y del 26,4 por ciento en el S&P500, hasta 1.111 puntos.
Estas alzas son para el Dow Jones las mayores desde 1996, para el Nasdaq las terceras más grandes de su historia y las más fuertes desde el 86 por ciento de 1999, mientras para el S&P500 son las más importantes en cinco años.
Según una encuesta entre 130 operadores que realiza anualmente la cadena de televisión CNBC, el 39 por ciento espera que las bolsas se muevan entre su nivel actual y un alza del 7 por ciento.
El 16 por ciento espera alzas entre un 7 y un 15 por ciento, y el 17 por ciento una subida de más de un 15 por ciento.
Otro 15 por ciento prevé que los índices se mantengan entre el nivel actual y un descenso del 15 por ciento, mientras el resto espera una bajada de más del 15 por ciento.
De acuerdo con la opinión de la mayoría de los operadores de Wall Street, el 2004 debe ser un año de alzas, pero moderadas, nada comparable a lo ocurrido en 2003.
Esta misma encuesta predijo que 2003 cerraría con el Dow Jones en torno a los 10.100 puntos (muy cerca del cierre), por lo que deberían tenerse en cuenta sus modestas previsiones.
Para los analistas, es difícil que el 2004 sea tan bueno como el año que termina.
Por una parte, se cree que la fuerte recuperación económica que ha experimentado Estados Unidos se debe casi exclusivamente a los estímulos monetario y fiscal, que pueden dejar de surtir efecto muy pronto.
Aunque nadie espera que la economía vuelva a caer por ello en un ciclo de recesión, sí se cree que el ritmo de crecimiento podría disminuir con fuerza, más si se tiene en cuenta que en el tercer trimestre de 2003 se registró un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) del 8,2 por ciento, el más alto desde 1984.
Relacionado con este fuerte ritmo de crecimiento durante 2003, algunos analistas prevén también que la inflación podría comenzar a subir, lo que obligaría a las autoridades a elevar los tipos de interés.
Y si suben los tipos de interés, esto no sólo perjudicaría a la inversión, ya que a mayores tasas, mayor cantidad de dinero invertido en renta fija, sino también al mercado inmobiliario.
Este es igualmente un asunto clave para los economistas, pues han sido las bajas tasas de interés las que han permitido que millones de estadounidenses negocien mejores condiciones para sus créditos hipotecarios.
Esta renegociación masiva de créditos ha liberado una enorme cantidad de dinero, que es el mismo que después se gasta, inyectando un gran dinamismo a la economía.
Otra cuestión preocupante es que la fuerte actividad económica no ha logrado mejorar la situación del mercado laboral, pese a algunas leves señales de recuperación.
Los analistas tienen en cuenta asimismo las elecciones presidenciales de noviembre y los efectos que sus resultados podrían tener en la economía, especialmente en temas como el comercio y las finanzas públicas, pues en período electoral la tendencia más habitual es que se incrementen el proteccionismo y los déficit.
También inquieta la situación geopolítica, que podría de un solo golpe, a juicio de los analistas, echar por tierra todas las predicciones. EFE
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