Los precios de los bienes y servicios que no están regulados dejaron de crecer ayudados, en parte, por la caída en los valores de los que sí están fijados por ley, especialmente combustibles.
Así lo reflejan los resultados a marzo del índice de precios al consumidor.
El indicador general disminuyó en marzo un 0,91% respecto a febrero, en el primer trimestre bajó 0,26% y en los últimos 12 meses un 1,09%.
Si se separa el indicador en los bienes y servicios cuyos precios están regulados por ley y los que no están regulados, los primeros presentan una caída de 7,45% entre marzo del 2015 y marzo del 2016, mientras que los segundos continúan su tendencia a la desaceleración y apenas subieron un 0,13% en el mismo periodo.
El economista Miguel Loría explicó que el precio de los bienes y servicios fijados por ley, como combustibles y electricidad, influyen mucho en el costo de las empresas y, por lo tanto, en los valores de lo que se produce a partir de ellos.
Una opinión similar expresó el expresidente del Banco Central, Rodrigo Bolaños.
“Creo que los bienes importados cuyos precios han caído, entre ellos, petróleo, explican una buena parte de la desaceleración en los no regulados”, manifestó Bolaños.
Hacia futuro. Sobre el comportamiento futuro de los precios, Loría explicó que depende del comportamiento del valor de materias primas y productos importados como el petróleo.
No obstante, eso depende del mercado internacional y ahí el panorama es incierto aún.
“La recuperación en Estados Unidos aún no luce muy vigorosa como para pensar que en el muy corto plazo se reviertan las tendencias observadas hasta ahora. A la vuelta de un año, el panorama podría ser otro”, consideró el economista Loría.
Por su parte, Bolaños opinó que los precios de los regulados podrían estabilizarse en los próximos meses.
“Es posible que los no regulados todavía muestren desaceleraciones por unos pocos meses más y que luego tengan cierta aceleración para volver a tasas de cambio de más largo plazo”, manifestó Bolaños.
Añadió que un riesgo es que no haya acuerdos políticos para el ajuste fiscal de aquí a agosto del 2016 y que eso meta más presión al alza al tipo de cambio y, si el Banco Central permite esa devaluación, entonces, podría acelerar el incremento de los precios.
Los resultados hasta marzo del índice de precios se encuentran por debajo de la meta del Banco Central de una inflación entre 2% y 4% para este año.
Loría opinó que el Banco Central todavía puede alcanzar la meta sin tomar medidas adicionales, si el escenario internacional se mantiene.
Por su parte, Bolaños opinó que, salvo por el riesgo cambiario señalado, es posible que la inflación esté por debajo de 2% anual en el 2016.