Unos 447.000 trabajadores tienen la responsabilidad de sacar adelante a sus familias con un empleo generalmente precario.
Esos son el 48% de los servidores informales que son jefes o jefas de hogar, según señala un estudio sobre este sector en el 2014 que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), con base con la Encuesta Continua de Empleo.
Los trabajadores informales incluyen a personas asalariadas sin seguridad social financiada por su empleador, asalariadas que solo le cancelan en especie o que el pago fue una única vez, ayudantes no remunerados, trabajadores por cuenta propia y empleadoras que tienen empresas no constituidas en sociedad y servidores por cuenta propia con labores ocasionales (menos de un mes).
María Luz Sanarrusia, coordinadora de la encuesta, explicó que en el estudio se define como jefes de hogar a aquellas personas que la familia reconoce como tales.
Añadió que estos resultados reflejan la vulnerabilidad que afrontan muchos hogares, pues los informales son empleos de menor calidad con respecto a los formales.
Por ejemplo, el ingreso por trabajo por hora promedio en la ocupación principal, para el cuarto trimestre del 2014, en el empleo formal fue de ¢2.988, mientras en el informal era ¢1. 650.
Los formales tienen, por lo general, una jornada laboral de tiempo completo, mientras que el otro grupo labora en una parcial, menor a las 39 horas semanales.
Sanarrusia explicó que la investigación se refiere al 2014 porque en el momento en el que se hizo, todavía no se contaba con los datos del 2015.
Al finalizar ese año, había en el país 931.000 servidores informales, un 45% de la población ocupada y se tenía una tendencia creciente desde el 2012.
No obstante, en el 2015 hubo un cambio en la tendencia y se comenzó a reducir hasta alcanzar cerca de 871.000 servidores, un 43% del total.
Carencia. Consultado sobre el estudio, el economista de la Universidad de Costa Rica Pablo Sauma opinó que la gran carencia de la investigación es el análisis directo de la situación de pobreza de los informales y sus hogares.
“Todos los resultados muestran que los empleados informales y sus hogares se encuentran en situación de pobreza y vulnerabilidad (menor nivel educativo, falta de aseguramiento, inestabilidad laboral, etc.); sin embargo se debe tener presente que no todos los informales son pobres ni todos los pobres son informales”, explicó Sauma.
El ministro de Trabajo, Víctor Morales, prefirió analizar el estudio antes de opinar.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) consideró en su estudio para Costa Rica el empleo informal como uno de los principales desafíos del país.