La inseguridad en el empleo es tan nociva como una enfermedad

Las personas que tienen miedo a perder su trabajo evalúan su salud física de un modo más negativo que las que se sienten seguras en su empleo. Además, tienden a sufrir más síntomas de depresión, de acuerdo al estudio.

La investigación fue divulgada en la conferencia anual de la Asociación de Estudios de la Población en Los Angeles y proporcionada a EFE por la Universidad de Michigan.

Sus conclusiones se basan en el análisis de dos entrevistas realizadas con tres años de por medio a más de 1.000 hombres y mujeres menores de 60 años.

Se les preguntó: "¿Qué probabilidades existen de que en los próximos años usted pierda su puesto de trabajo involuntariamente?"

Un 25 por ciento de los encuestados respondió que había bastantes o algunas probabilidades de quedarse sin trabajo.

Aquellos que se sentían más inseguros sobre su empleo evaluaron su salud física de una forma mucho peor que los que confiaban en la solidez de su contrato, según el estudio, que descontó los efectos tergiversadores de otros factores externos.

Esta apreciación no dependió de si en realidad perdieron su trabajo o no, pues los investigadores sacaron del estudio a los participantes que fueron despedidos entre una y otra entrevista.

La autora principal del estudio, Sarah Burgard, constató que los empleados del sector privado "son más vulnerables a los efectos negativos de la inseguridad laboral que los empleados del sector público".

Entre los entrevistados, los negros fueron los que manifestaron más inseguridad en su trabajo y también los que dijeron que sentían más síntomas de depresión.

El estudio advierte de que, a medida que aumenta la flexibilidad laboral en Estados Unidos, "la inseguridad en el trabajo seguirá creciendo como un riesgo potencialmente poderoso para la salud de la población".

Así, mientras la capacidad para despedir hace dormir mejor a los empleadores, a los empleados les roba el sueño y la salud. EFE

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