César Barceinas, director de Riesgo Soberano en S&P, asegura que la posibilidad de aprobar una reforma fiscal es cada vez menor en el país.
El analista confirmó que esta razón, junto con el deterioro del déficit fiscal y el crecimiento del endeudamiento, llevaron a la agencia a degradar la calificación de riesgo del país.
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Barceinas conversó, este jueves con La Nación, y enfatizó que Costa Rica ha perdido credibilidad debido a la incapacidad política de resolver los problemas fiscales.
-¿Cuáles fueron las razones para degradar la calificación soberana de Costa Rica?
-En primer lugar está claramente relacionada con el déficit fiscal del país, aparejado del incremento de la deuda del Gobierno Central. Desde el año pasado, vimos algunas iniciativas para contener el gasto y alguna posibilidad de que la reforma fiscal, sobre todo en ingresos, tuvieran posibilidad de aprobarse.
"Sin embargo, en la parte del gasto, las medidas del control del Gobierno fueron insuficientes para controlar el incremento de la deuda y estabilizar el déficit fiscal que lo vemos creciendo".
"Tampoco hubo una reforma relevante en términos de ingreso y nuestra apreciación es que las posibilidades de aprobar una reforma fiscal se han reducido. Además, si pensamos que además el gobierno entra en la segunda mitad de su gestión y para efectos prácticos, el 2017, se hablará de la sucesión presidencial, por eso la ventana de oportunidad política para aprobar una reforma se está cerrando".
"Proyectamos un escenarios base donde no hay un ajuste relevante en la parte fiscal y verás en nuestras previsiones como seguimos viendo como gradualmente el déficit crece y por tanto el nivel de endeudamiento".
-¿Por qué dudan que el Gobierno de Luis Guillermo Solís pueda aprobar alguna reforma?
-Las probabilidades de que se apruebe una reforma fiscal, conforme pasa el tiempo, son cada vez menores. Además se inicia un nuevo ciclo político en el 2017 porque se detonará la sucesión presidencia. Entonces, mete ruido político y nadie quiere asumir costos. Si al inicio de un gobierno, no hubo acuerdo con el Congreso para avalar una reforma fiscal, pero al comienzo de una campaña política la probabilidad se reduce.
"Nuestra expectativa es de una posibilidad muy baja de una reforma fiscal relevante y comprensiva. Sé que hoy se presentó una iniciativa de regla fiscal".
- Pero tiene que pasar por el Congreso.
-Exacto, esos son los temas que vemos. La propia operación del Congreso en Costa Rica es lenta. Los procesos legislativos se llevan mucho tiempo y el país va con retraso y si se suman las diferencias en el tema del control del gasto y nuevos impuestos se cae en un círculo vicioso de recriminación mutua y falta de acuerdo.
-¿La degradación es el reflejo de la pérdida de credibilidad del país?
-Sí, pero este no es un tema de un año para otro, analizamos al país desde hace varios años y hemos escuchado el tema de la reforma fiscal un año sí y otro también; pero con pocos resultados.
"No vemos un sentido de urgencia, por lo menos en el Congreso, para aprobar medidas de urgencia. Por otra parte, hay una disputa entre el Gobierno y el Congreso sobre las medidas de control del gasto. Hay un punto de desencuentro relevante. En el Congreso se esperan mayores recortes en el gasto".
"Ciertamente hay una afectación en la credibilidad del país porque no se ve, sobre todo en el sector político, que haya posibilidad de aprobar una reforma fiscal".
-¿S&P ve a futuro una mejora en el país?
-No tenemos argumentos suficientes para decir que la calificación se va a estabilizar en los próximos años. Ahora, la perspectiva refleja el largo plazo y la analizaremos, de nuevo, en año y medio.
"Sin embargo, al día de hoy no vemos un acuerdo para estabilizar el déficit fiscal ni que la deuda deje de crecer. De no tomarse acciones importantes la presión seguirá, principalmente en el pago de intereses de deuda, ese sería un factor que activaría una baja adicional, si supera el 15% del PIB (producto interno bruto)".
-¿El riesgo externo es solo por el endeudamiento en dólares?
-El incremento de los créditos es en moneda extranjera, especialmente en dólares, que es casi la mitad de todo el portafolio. Este es un riesgo de choque externo ante una depreciación importante en la moneda que se ha mantenido estable pero hay un riesgo ahí.
"También un aumento de las tasas de interés, sobre todo en EE. UU., y puede haber un encarecimiento en el endeudamiento externo, tanto para el sector público como privado. En la parte externa se acumulan vulnerabilidades y eso explica la calificación del día de hoy".
"Además, por la reducción relevante en los flujos de moneda extranjera hacia Costa Rica que podría hacer menos abundante los recursos disponibles externos y encarecer el financiamiento".
"Por otra parte, al ser Costa Rica una economía pequeña y abierta depende de sus socios comerciales, una desaceleración en la economía de Estados Unidos incidirá en Costa Rica, incluso en el 2015 se observó tras el cierre la planta de manufactura de Intel que provocó una contracción importante en las exportaciones".
-¿Cómo califica el deterioro fiscal de Costa Rica?
-El deterioro se aceleró desde hace tres años, sobre todo si vemos indicadores de deuda con respecto a la producción. Al 2010, la deuda al PIB era del 31%, cinco años después hablamos de un 47%, es decir 16 puntos porcentuales más.