De visita a Santiago, al final de una gira que lo llevó también a Ecuador y Perú, el presidente de China, Xi Jinping, anunció que acordó con su par chilena Michelle Bachelet profundizar el Tratado de Libre Comercio (TLC) vigente hace una década entre los dos países y llevar la relación bilateral a “una asociación estratégica integral”.
En el camino del libre comercio, Xi abogó también por “impulsar la construcción de la zona de libre comercio Asia Pacífico y construir una economía mundial abierta”, un día después de la promesa de Donald Trump de retirar a su país del TPP, un ambicioso acuerdo ya firmado que abarca el 40% de la economía mundial.
Pekín impulsa la creación de una Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por su sigla en inglés), que incluye a los 10 miembros de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) –Brunei, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Birmania, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam– y sus socios regionales: Japón, Corea del sur, Australia, Nueva Zelanda e India, además de la propia China.
Notoriamente excluye a Estados Unidos.
En comparación con el TPP, el RCEP plantea derribar barreras tarifarias y no tarifarias pero exige menos reglamentaciones.
En lo relativo a Chile, China es el primer socio comercial del país suramericano, mientras que los chilenos son el tercer destino de las exportaciones chinas en América Latina.
“En aras de impulsar el desarrollo a largo plazo de los lazos bilaterales hemos decidido juntos elevar nuestras relaciones bilaterales a asociación estratégica y abrir una nueva página en los vínculos entre China y Chile”, dijo Xi en una declaración a la prensa tras sostener una reunión con Bachelet.