San José
Dos de cada 10 personas que trabajan en construcción o agricultura tuvieron un accidente durante el año pasado.
Estas actividades económicas fueron las que registraron, en el 2015, la mayor proporción de percances laborales, según datos del Instituto Nacional de Seguros (INS) sobre casos tramitados de utilización del seguro obligatorio de riesgos del trabajo.
Laborar generalmente a la intemperie, con materiales y herramientas expone a los trabajadores de estos sectores a un mayor riesgo, coincidieron en el INS y la Superintendencia General de Seguros (Sugese).
"Se trata de actividades que generan muchos incidentes. En una construcción, un accidente laboral puede ser desde que la persona se cayó de un andamio hasta que se majó un dedo con un martillo", explicó Róger Arias, jefe de Seguros Solidarios del INS.
Randall Murillo, director ejecutivo de la Cámara Costarricense de la Construcción, comentó que las empresas formales cuentan con un departamento de salud y seguridad ocupacional encargado de las medidas de prevención en los proyectos desarrollados en el país.
"Existen factores que influyen directamente en el impacto de la siniestralidad característicos del proceso, por ejemplo la variabilidad de las operaciones, la inminente rotación de personal, la poca o nula especialización o tecnicidad de los oficios en algunos casos", aseguró Murillo.
Hay sectores que pese a tener muchos empleados, presentan un bajo porcentaje de percances. Por ejemplo, en el comercio y el turismo había 355.000 personas aseguradas el 2015, pero solo un 6% tuvo un incidente laboral.
El seguro de riesgos del trabajo es costeado por los patronos, en beneficio de los empleados, para garantizar la protección en caso de accidentes y enfermedades laborales, enfatizó Tomás Soley, jerarca de la Sugese.
El seguro cubre la atención médica, hospitalaria y de prótesis. Además de prestaciones económicas en caso de incapacidad temporal o permanente y muerte del trabajador.
El año pasado se reportaron 115.817 accidentes laborales en el país, donde se usó esta póliza.
Los datos el INS muestran que en los últimos cinco años, bajó la cantidad de siniestros reportados, pues se llegó a un máximo de 120.000 en el 2011 y el 2012.
Una tercera parte de los percances registrados en el 2015, fueron de golpes y cortes ocasionados por herramientas. Además, las caídas significaron un 15% de los casos, detalló Soley.
El superintendente criticó que en el 23% de los incidentes ocurridos no se detalló el tipo de daño generado al trabajador.
Alto costo. Pese a que los accidentes laborales se redujeron, el costo de los siniestros tuvo un incremento significativo, principalmente, en el 2015.
La atención médica de los trabajadores accidentados ascendió a ¢109.106 millones durante el año pasado, es decir, un 17% más frente al 2014, según el INS.
El sector público fue el que más recursos consumió de los gastos del seguro con un 22% del total, seguido del comercio y turismo con un 16% y la construcción con un 15%.
Arias detalló que estas tres actividades son las que más trabajadores tienen, con lo cual tienden a reportar una mayor utilización de la póliza.
Añadió que a nivel estatal los casos que más se presentan son de golpes, caídas, problemas de voz y de oído.