El Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Costa Rica está a unos dos meses de entrar en vigencia, con una balanza comercial que es ampliamente deficitaria para los ticos.
En el 2015, las empresas costarricenses colocaron productos por $76 millones en el mercado colombiano, mientras las importaciones sumaron $307 millones. El déficit fue de $231 millones, según el portal web de la Promotora del Comercio Exterior (Procomer).
En tanto, los sectores agrícola e industrial entran con tranquilidad en este TLC, pues aseguran que sus debilidades fueron atendidas.
El pacto se cerró con apenas un 70% de las partidas para libre comercio inmediato. En otros acuerdos, la cantidad de comercio libre supera el 90%.
Quienes sí esperan más amenazas que ventajas son los empresarios de alimentos. Mario Montero, vicepresidente ejecutivo de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (Cacia), aseguró que el desarrollo de nuevas oportunidades de negocios se visualiza para relativamente pocos casos.
El ministro de Comercio Exterior (Comex), Alexánder Mora, estima que se abrirá un buen dinamismo, pues Colombia será un proveedor de materias primas y Costa Rica puede aprovechar un mercado que tiene el tamaño de toda Centroamérica.
Pasos. Este TLC se terminó de negociar entre las dos partes el 6 de marzo del 2013. La Asamblea Legislativa le dio el segundo debate el 24 de abril del 2014, con lo cual Costa Rica quedó lista para ponerlo en vigencia.
En Colombia, los tratados comerciales deben tener la aprobación del Parlamento y de la Corte Constitucional. Esta última entidad lo avaló el 7 de abril pasado, con lo cual cumple los pasos en aquella nación.
El ministro Mora explicó que Colombia tiene hasta 60 días para ponerlo en vigencia. Agregó que la próxima semana, en un encuentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se reunirá con la ministra colombiana de Comercio, Cecilia Álvarez, para analizar los pasos por seguir.
Mora defendió las opciones que abre Colombia, porque es el primer destino de exportaciones de Costa Rica en América del Sur en cuanto a valor de intercambio, por la cercanía y porque el ingreso por persona supera casi cuatro veces al de Centroamérica.
Según el ministro, Colombia puede suministrar insumos agrícolas, químicos (sobre todo para plástico) y es un país de industria importante en artículos de cuidado personal. Él llamó al sector privado a quitarse el miedo para aprovechar el tratado.No hay política. Montero agregó a los retos implícitos en este acuerdo el hecho de que, en este gobierno, el programa nacional de competitividad es un lenguaje desconocido. Dijo que este pacto es uno de los negociados con gran asimetría, pues Colombia es 10 veces Costa Rica, es una economía de escala y produce lo mismo.
Un estudio de mercado para pastas, snacks , galletería y salsas, presentado por Procomer en febrero pasado, advirtió de que el consumidor colombiano es fiel a marcas locales y que, en esos productos, las oportunidades alcanzan apenas a un 7% del mercado.
Recomendó aliarse a cadenas de supermercados mediante la maquila o la marca privada.
Para Francisco Gamboa, director ejecutivo de la Cámara de Industrias de Costa Rica, las exclusiones y los plazos de desgravación solicitados en su momento por el sector fueron atendidos.
Roy Rojas, gerente de Relaciones Institucionales de Bridgestone Costa Rica, vaticinó una alza de las ventas de llantas a Colombia, pues este producto quedó en libre comercio. Pidió que se afinen los instrumentos de vigilancia comercial para aprovechar mejor el nuevo tratado.