Madrid (AFP).
El crecimiento económico en España será del 1% en el 2014 y del 1,5% en el 2015, afirmó este martes con optimismo el jefe del gobierno conservador español, Mariano Rajoy, quien reconoció que el alto desempleo impide cualquier tipo de triunfalismo.
"El crecimiento previsto del PIB se revisará al alza. La previsión es que alcancemos un crecimiento del 1% para el 2014 y del 1,5% para el 2015", precisó Rajoy en su discurso durante el debate sobre el Estado de la Nación.
Hasta ahora, la previsión oficial para este año era del 0,7%.
En su intervención ante la cámara parlamentaria, el jefe de gobierno señaló que España era un lastre para Europa y hoy se le ve como parte del motor, citando como ejemplo el récord histórico en exportaciones y el sector turístico registrado en el último año.
Las tasas de interés del país, que alcanzaron niveles récord en el 2012 y colocaron España al borde del rescate económico europeo, han caído ahora a niveles muy bajos, recordó.
"La posibilidad del rescate, el abandono del euro, la desconfianza, son palabras que ya no tiene sentido ni siquiera mencionarlas", señaló Rajoy mostrando optimismo de cara al futuro.
Sin embargo, reducir la tasa de desempleo del 26,03% del país sigue siendo la cruz de la recuperación española.
"No cabe el menor triunfalismo ni caer en la autocomplacencia" en este aspecto, dijo Rajoy, que se comprometió a no darse "por satisfecho hasta que el peor rostro de la crisis, que es el paro, no comience a disminuir con fuerza".
De momento, el jefe de gobierno aseguró que en el 2014 se producirá una creación de empleo en el país.
Tras un 2012 muy tenso por la desconfianza de los mercados hacia el país, la ayuda europea de 41.300 millones de euros para el sector bancario español y el apoyo del Banco Central Europeo a las economías en dificultades atenuó los recelos de los inversores hacia España.
Un año después, España salió en el tercer trimestre del 2013 de dos años de recesión y experimenta una incipiente recuperación económica. Como símbolo de esta mejora, la agencia Moody's elevó, el 21 de febrero, la calificación de España a Baa2.