La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima urgente la modificación de los impuestos a las personas físicas o de renta, y del valor agregado (IVA), en Costa Rica, como un paso para solucionar el déficit fiscal.
También consideró muy alta la contribución a la seguridad social, algo que aunque no es un impuesto como tal, estima es una salida o gasto de las empresas que limita las posibilidades de contratación de personal y alienta la informalidad de las compañías.
Así lo detalló el organismo en un informe especial acerca de la situación fiscal de Costa Rica, solicitado por el Ministerio de Hacienda.
El informe Análisis de políticas fiscales de la OCDE, Costa Rica 2017, no forma parte del proceso de adhesión de nuestro país a esta agrupación, pero fue solicitado como una profundización en el campo fiscal.
El Ministro de Comercio Exterior (Comex) y coordinador gubernamental del proceso de adhesión a la OCDE, Alexánder Mora, recordó que se trata de un informe sobre la situación de impuestos y que, por lo tanto, no contiene sugerencias en recorte de gastos.
El informe pide modificar el impuesto a las personas físicas o a los ingresos, así como también revisar las exoneraciones a los ingresos de empresas extranjeras. El impuesto a la renta como tal es muy alto, sobre una estrecha base gravable, según el documento.
También se destaca cómo la base o cantidad de productos y servicios se podría ampliar con el impuesto al valor agregado, con lo cual se generarán más ingresos.
El impuesto actual sobre las ventas, agrega, tiene exoneraciones que benefician a las familias de mayor poder adquisitivo. Algunos de estos casos se dan en el sector de servicios, como educación privada, asistencia médica privada, servicios profesionales y construcción.
Se sugiere también evaluar impuestos relacionados con la protección ambiental, como a los combustibles fósiles o a los autos eléctricos. En este punto, la OCDE adujo que los impuestos a los vehículos se deben cobrar conforme a su capacidad de generación de CO2 (dióxido de carbono) y no relacionados a su valor, como se hace actualmente.
En ese mismo campo del ambiente, propone revisar las exenciones fiscales. Bert Brys, jefe la Unidad de política fiscal del Centro de Política y Administración Tributaria de la OCDE, afirmó que la alta contribución a la seguridad social lleva a tener una informalidad del 46%, lo cual, a su vez, reduce las opciones de mejorar la recaudación.
Al presentar el informe, Brys criticó la muy alta tasa de impuestos con destino específico, pues en el 2016 un 62% estaba en esa condición. Aseguró que las reformas son necesarias, porque un déficit o diferencia entre ingresos y gastos del 5% o más del Producto Interno Bruto es demasiado alto y causará una crisis en cualquier momento.
El viceministro de Hacienda, Fernando Rodríguez, dijo que el objetivo es utilizar el documento como base para una transformación de los impuestos y que la discusión no se base en una emergencia para cerrar un hueco fiscal de último momento como sucede hasta ahora.