El envejecimiento que muestra la población ha comenzado a reducir el número de personas que cada año ingresan a la fuerza laboral.
Por lo tanto, si el país quiere seguir aumentando su producción, requerirá que más mujeres ingresen a la fuerza laboral.
“Contar con mano obra suficiente es imprescindible para el crecimiento económico. Sin embargo, el inevitable envejecimiento de la población puede dificultar la disponibilidad de ese recurso”, destaca el informe.
Jorge Vargas, director del Estado de la Nación, explicó que la participación masculina está estancada desde hace 20 años.
Detalla el estudio que entre el 2006 y el 2008, el número promedio de personas que se incorporaba a la fuerza laboral cada año era superior a 60.000. Entre el 2012 y 2014 , la cifra descendió a 38.500 y, si la tendencia se mantiene, entre el 2015 y 2020 rondará las 30.000.
Víctor Morales, ministro de Trabajo, comentó que reconocen esta realidad, y por eso mantuvieron el programa de la Red de Cuido, que es una de las principales dificultades con que topan las mujeres para salir a trabajar.
El economista Luis Mesalles opinó que hay temas culturales que han ido cambiando. El otro asunto tiene que ver con la posibilidad de tener una mayor flexibilidad en los horarios de trabajo, que permita que más mujeres puedan incorporarse a las labores, con jornadas que se adapten mejor a sus necesidades.