San José.
La pobreza en el país alcanza al 21,7% de la población, afectando a 1.137.881 personas, una cifra muy similar al del 2014 por lo que estadísticamente el nivel de pobreza se mantiene.
Lo anterior es parte de los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares 2015 (Enaho), que dio a conocer la mañana de este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Para el 2015, el estudio del INEC estimó 317.660 hogares en pobreza, que concentran 1.137.881 personas, una cuarta parte de la población nacional (23,6%); y el año anterior ese porcentaje fue de (24,6%), lo que implica una disminución en 32.753 personas.
Por su parte, el porcentaje de hogares en extrema pobreza se estima en 7,2% (0,5 puntos porcentuales más que el año anterior), esto significa 104.712 hogares y 374.185 personas en pobreza extrema.
En cuanto a zonas, en la urbana el 19,4% de los hogares es pobre y el 5,7% vive en pobreza extrema, mientras que en la rural la incidencia de pobreza en términos de hogar alcanza el 27,9% y el 11,1% en pobreza extrema.
Pese a que el porcentaje de pobreza no muestra cambios importantes desde el 2010, pues se mantiene alrededor del 21%, el INEC llama la atención sobre el crecimiento de la pobreza extrema. El Instituto define esta variable como la población cuyo ingreso per cápita es igual o menor a costo de la canasta básica alimentaria.
En este caso la pobreza extrema de Costa Rica muestra una tendencia al crecimiento, que va desde 5,8% de los hogares en el 2010 a 7,2% en el 2015.
Por región de planificación, la región Central mantiene la menor incidencia de pobreza y no presenta variaciones respecto al año anterior (17% de hogares en pobreza y 4,5% en pobreza extrema).
Según los resultados que muestra la Enaho, el ingreso neto promedio de los hogares decreció 0,5% en comparación con el 2014, y se estima en ¢1.003.155.
Sin embargo, el ingreso neto por persona más bien creció 2,4% en ese periodo, a ¢356.648 mensuales. El INEC explicó que la diferencia se debe a que el tamaño de los hogares continúa con una tendencia a la reducción.