Pollo, arroz y lácteos (leche fluida, en polvo, mantequilla y quesos) entran, en enero del 2016, en un proceso de eliminación paulatina de tributos de entrada para importarlos desde Estados Unidos, hasta llegar al libre comercio entre el 2022 y el 2025.
Esos productos siempre quedaron excluidos de los TLC con otros países. Pero con Estados Unidos fueron incorporados y se estableció un periodo de gracia, según el caso, y otro para quitar los impuestos. Luego de esos plazos pueden entrar a Costa Rica sin pagar los tributos vigentes para terceras naciones.
Así lo establecieron los acuerdos incluidos en el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana.
En tanto, el proceso de eliminación de impuestos de entrada ya está en marcha para carne bovina, frijoles y cerdo, productos que entrarán en libre comercio en el 2020.
Pollo, arroz y lácteos gozaron de un periodo de gracia de 10 años, sin que se disminuyeran los aranceles. Ese plazo vence este 2015, pues el año base es el 2006, recordó un análisis del proceso de eliminación de impuestos solicitado al Ministerio de Comercio Exterior (Comex). En el 2016, los impuestos a la importación de pollo (muslos alas, piernas) de Estados Unidos serán del 130,8%. A partir de ahí se inicia una baja anual hasta llevar ese gravamen a cero en el 2022.
El arroz parte de un arancel del 33,1% en el 2016 y caerá anualmente hasta cero en el 2025.
Para el caso de la leche, el arancel partirá desde el 59,4% en el 2016 y sufrirá una disminución paulatina, cada año, para estar en cero en el 2025.
Amenaza. La apertura del mercado nacional de esos sectores productivos, tradicionalmente protegidos contra la liberalización comercial, es una amenaza, reconocieron representantes.
José Antonio Madriz, presidente de la Cámara Nacional de Productores de Leche, aseguró que el sector está muy preocupado por la apertura del mercado a lácteos estadounidenses.
Señaló que los lecheros han estado mejorando, tratando de reducir costos y de volverse más eficientes, pero que los Gobiernos no han cumplir las tareas que les corresponden.
Renato Alvarado, jerarca de la Cámara Nacional de Porcicultores, advirtió de que en las condiciones actuales de un país sin competitividad, las opciones para salir adelante son muy pocas.
Alberto Trejos, quien era el ministro de Comercio Exterior cuando se negoció este TLC, lamentó que no se aprovecharan los 10 años de gracia para prepararse. Pero, enfatizó, les quedan otros siete o 10 años de desgravación para hacerlo y deben aprovecharlos. Además, dijo que si las importaciones son muy altas, el Tratado contempla la activación automática de un aumento de aranceles (salvaguardia).