Aun cuando la producción del país logre crecer un 4,5% en los próximos cinco años, no lograría generar empleos suficientes para satisfacer las necesidades de trabajo de la población y bajar el desempleo.
Este año, el Banco Central prevé el crecimiento del producto interno bruto (PIB) en 2,8%.
La conclusión la reveló ayer el Vigesimoprimer Informe del Estado de la Nación (Programa Estado de la Nación), como resultado de un estudio realizado con base en la matriz “insumo producto” del Banco Central.
Dicha matriz muestra las relaciones entre las diferentes actividades económicas.
“El mercado de trabajo –principal fuente de ingresos de las familias– no muestra resultados favorables, ni se espera que lo haga en los próximos años”, señaló el informe.
“El dinamismo de la economía no parece alcanzar, por sí mismo, para brindar más oportunidades a la población que hoy vive en pobreza o, peor aún, que está excluida por factores que bloquean su ascenso social”, añadió el estudio.
¿Por qué empleo crece menos? La razón del menor crecimiento del empleo respecto a la producción es que tres cuartas partes de la población ocupada, está ubicada en sectores que no son multiplicadores de trabajos: áreas en las cuales, si se genera un nuevo puesto, ello no tiene un impacto importante en crear otros más.
Solo el 15% de la población ocupada está en sectores clave, que son aquellos donde, si se crea un empleo, este se puede multiplicar.Los sectores clave son, según el informe: el ganado, las aves de corral, algunos alimentos, la construcción de edificios, el papel, las finanzas y los seguros.
Jorge Vargas, director del Programa Estado de la Nación (PEN), señaló, como ejemplo, que si una persona se dedica al ganado, compra concentrados, pasto y debe hacer las cercas, por lo que genera empleo hacia atrás, pero, además, vende carne y leche a otros que las procesan y las llevan al consumidor final, lo cual genera empleo hacia adelante.
Para Vargas, estimular los sectores clave es una salida de corto plazo para bajar el desempleo, el cual alcanza, actualmente, la tasa más alta desde la crisis de los años 80 (8,5% en el 2014). “Si yo fuera el Gobierno, les meto a cosas agrícolas, porque ahí tengo una respuesta rápida, de muy corto plazo en el empleo para los hombres de baja calificación, que son los que están ‘tostados’”, dijo. No obstante, aclaró Vargas, para el largo plazo, la estrategia debe ser aumentar la calificación de la fuerza laboral para que pueda trabajar en los servicios, que es hacia donde se mueve el país.
“Este país tiene que mover, sí o sí, el perfil de su fuerza laboral, pero en el corto plazo no la mueve tan fácil”, opinó Vargas.
El ministro de Trabajo, Víctor Morales, coincidió en que el desempleo tiene causas estructurales y que el crecimiento económico pasó a generar menos empleo.
Antes de la crisis del 2009, explicó Morales, un incremento de 1% en la producción generaba 10.000 empleos, pero ahora crea 8.000 empleos.
Señaló que la Alianza para el Empleo y la Producción busca precisamente estimular esos sectores clave. Otros programas, como Mi Primer Empleo, no pretenden atacar causas estructurales.
El economista y directivo de la Unión de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), Luis Mesalles, coincidió con Vargas en que el país debe transformar las capacidades de su fuerza laboral.
Empero, reconoció que hay que ponerles atención a los sectores que no se pueden adaptar fácilmente, y por ello consideró que factores que generan competitividad y los que reducen los costos de producir son vitales.