Washington. EFE Janet Yellen asumió este fin de semana el cargo de presidenta de la Reserva Federal (FED) con el reto de coordinar una salida suave del estímulo monetario en EE. UU. lanzado por su predecesor, Ben Bernanke, de quien era hasta ahora vicepresidenta.
Después de un agitado proceso de nominación, en el que era considerada la segunda opción tras el exsecretario del Tesoro Larry Summers, Yellen recibió el respaldo de los senadores demócratas más progresistas que la consideran más próxima y dudaban de las conexiones de Summers en Wall Street.
De este modo, Yellen se convirtió el sábado en la primera mujer al frente del banco central estadounidense en un momento en el que la economía doméstica parece consolidar el repunte, y la tasa de desempleo, aunque muy paulatinamente, comienza a descender.
Los últimos indicadores mostraron un crecimiento del último trimestre del 2013 del 3,2% del producto interior bruto (PIB) y la tasa de desempleo cerró diciembre en un 6,7%, la más baja en cinco años.
Ante estas circunstancias, la Reserva Federal ya ha iniciado la progresiva retirada del multimillonario programa de compra de bonos, cuyo volumen ha reducido de $85.000 millones a $65.000 millones en la reunión de la semana pasada, la última con Bernanke al frente.
“Creo que es un juicio justo decir que ella es quizá algo más paloma que Bernanke, que está más preocupada por el desempleo, y más dispuesta a tomar riesgos sobre la inflación”, aseguró recientemente Ken Rogoff, economista de Harvard, al referirse al bajo nivel de inflación que registró EE. UU. en el 2013, de 1,2 %, por debajo de la meta del 2 %.
Las palomas, en la jerga de la FED, se refieren a los economistas que están especialmente enfocados en el desempleo, frente a los halcones, más concentrados en controlar la inflación.
Esas tensiones entre palomas y halcones son características de las reuniones del Comité Federal de Mercado Abierto de la FED, donde se decide la política monetaria.
Dado que la Reserva Federal es uno de los pocos bancos centrales que cuenta con un doble mandato de fomento del pleno empleo y proteger la estabilidad de precios, se espera que Yellen no acelere el ritmo gradual de salida del estímulo marcado por Bernanke.
Aunque Yellen, de 67 años, será formalmente investida en una ceremonia privada este lunes, desde el sábado se encuentra al frente del organismo, considerado el cargo más poderoso de EE. UU. después de la Casa Blanca.