San José
La pobreza rural, medida por la vía del ingreso, cedió terreno entre los años 2014 y 2017, y la desigualdad en la distribución del ingreso también da señales de mejoría en este sector de la población, respecto a las zonas urbanas.
Así lo reflejan los resultados más recientes de la Encuesta Nacional de Hogares que publicó, el jueves 26 de octubre, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Entre julio del 2014 y julio del 2017 el porcentaje de hogares pobres en la zona rural (las menos urbanizadas) pasaron de representar un 30,3% del total a 24,1% y desigualdad, medida por el coeficiente de Gini, pasó de 0,511 a 0,489.
El coeficiente de Gini varía entre 0 (igualdad total) y 1 (máxima desigualdad). En la zona urbana no hay grandes cambios en esos indicadores en ese periodo. VEA GRÁFICOS
Esta encuesta no registra los daños de la tormenta Nate en los hogares pobres de la zona rural, aunque sí los provocados por el huracán Otto.
La reducción de la pobreza rural contribuyó a reducir la pobreza total, de 22,4% en el 2014, a 20% en el 2017, lo cual es una baja estadísticamente significativa, según explicó Pilar Ramos, coordinadora del área de Divulgación Estadística del INEC.
El Instituto divulgó el jueves 26 de octubre los primeros resultados de esta encuesta, la cual contiene los instrumentos para medir los resultados de la pobreza por la vía del ingreso (se compara el ingreso de los hogares con el costo de un grupo de alimentos y otras necesidades básicas) y también por el método multidimensional (estudia 19 indicadores).
Respecto a la pobreza total, medida por la línea de ingreso, esta se mantuvo igual entre el 2016 y el 2017, al pasar de 20,5% el año pasado a 20% en la más reciente medición, mientras que en la multidimensional sí hubo una mejora, al pasar de 20,5%, en el 2016, a 18,8%.
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Por su parte, la pobreza extrema, que padecen aquellos a quienes no les alcanza para satisfacer sus necesidades básicas, disminuyó de 6,3% a 5,7%, entre el 2016 y 2017.
Sobre este resultado Ana Helena Chacón, segunda vicepresidenta de la República, recalcó que la eficacia ha estado en conseguir hacer llegar los subsidios a las personas y familias que realmente lo necesitan.
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Interpretaciones
La mejora en la pobreza y en la desigualdad en la zona rural obedece a una mejora en los ingresos de los hogares de los hogares más pobres, lo cual parece estar muy relacionado con la ayuda estatal.
Entre el 2014 y el 2016 el ingreso promedio de los hogares de la zona rural que proviene del salario aumentó un 2,7%; no obstante, el ingreso por subsidios estatales y otras transferencias aumentaron 34% y 35%, respectivamente en dicho periodo.
"Con relación a si la desigualdad (en la zona rural) puede asociarse a la focalización de las transferencias sociales en la zona rural, se observa que las transferencias por subsidios y becas en la zona rural crecen más que en la urbana en los años señalados. Junto con otras transferencias (que incluyen jubilaciones y transferencias entre hogares) son las que más crecen si se comparan con otras fuentes de ingreso", explicó Ramos.
Por su parte, Natalia Morales, coordinadora del capítulo social del Informe Estado de la Nación, consideró que los subsidios estatales tienen un efecto, pero destacó que la mejora en la zona rural también se relaciona con el proceso tan acelerado de urbanización que está experimentando el país, lo cual ha desarrollado las ciudades intermedias de Costa Rica (por ejemplo Liberia, Ciudad Quesada, Guápiles, Pérez Zeledón, Limón, Puntarenas).
Tanto Morales como Ramos afirmaron que también pueden darse migraciones entre lo urbano y lo rural. Morales comentó que puede haber una movilidad de personas que viven en zonas catalogadas como rurales pero que se desplazan a trabajar en zonas urbanas, en dichas ciudades intermedias y Ramos agregó que también personas de lugares urbanos con mejores ingresos pueden estarse desplazando a zonas catalogadas como rurales.
Por su parte, el especialista en mercado de trabajo, Juan Diego Trejos, destacó que también hay un repunte en el empleo de algunas actividades en las zonas rurales.
"En las zonas rurales, por lo menos para el año pasado, se observaba un repunte del empleo no calificado en la agricultura y en otras actividades no agrícolas en las zonas rurales (comercio, construcción, turismo). Esta tendencia podría verse afectada por los recientes efectos climáticos", comentó Trejos.
Morales añadió que pese a la mejora los indicadores rurales siguen siendo más desfavorables que los urbanos.