Buenos Aires
El expresidente argentino Fernando de la Rúa (1999-2001) fue absuelto este lunes, en un juicio donde era acusado del pago de sobornos a legisladores de la oposición para aprobar una ley de reforma laboral.
En el mismo juicio fueron también absueltos otros siete imputados, entre ellos cuatro exsenadores peronistas, un exministro de Trabajo, un exjefe de inteligencia y el exsecretario parlamentario Mario Pontaquarto, según la sentencia.
"La absolución reivindica mi dignidad y la de mi gobierno", dijo De la Rúa, de 76 años, en las puertas del tribunal. Destacó que quedó demostrada "la inexistencia de toda sospecha de corrupción y se puso en claro la verdad".
"Todo fue una infamia de principio al fin. La denuncia fue el punto de partida de un complot político", dijo el expresidente de la Alianza.
El "pago de sobornos en el Senado", como se conoció el caso, tuvo lugar en el 2000 y fue denunciado en una nota periodística por el "arrepentido" Pontaquarto, quien ratificó después ante la Justicia que los pagos se efectuaron para aprobar una norma que reclamaba el Fondo Monetario Internacional (FMI).
De la Rúa se sentó en el banquillo de los acusados en agosto del 2012 por el "delito de cohecho activo", junto con los otros imputados.
La fiscal Sabrina Namer, quien había pedido seis años de prisión para el exmandatario, había adelantado a la prensa que, en caso de absolución, esperaría conocer los fundamentos del fallo y luego, si corresponde, apelará ante instancias superiores.
Tras el hecho, que originó un gran escándalo, renunció el exvicepresidente Carlos 'Chacho' Álvarez y fue el detonante de una severa crisis institucional, política y económica que derivó en la caída del gobierno a fines del 2001.
De la Rúa tuvo que renunciar en medio de saqueos y movilizaciones callejeras que fueron reprimidas y dejaron un saldo de más de 30 muertos.
El expresidente fue enjuiciado por los cinco fallecidos en Buenos Aires, pero finalmente fue sobreseído.
Mientras miles de manifestantes ocupaban la plaza de Mayo, De la Rúa huía en helicóptero desde el techo de la sede gubernamental.
"Tengo una sensación de angustia, de tristeza", dijo Pontaquarto a los periodistas que lo abordaron al abandonar el tribunal.
Para el exsecretario parlamentario, que fue desde su denuncia testigo protegido, "el fallo fue vergonzoso". "La querella y la fiscalía apelarán en las instancias que crean convenientes", estimó Pontaquarto.
Recordó este lunes que "el pago de sobornos se había decidido en una reunión en la Casa de Gobierno donde había estado De la Rúa" y que él había sido el encargado de retirar "cinco millones de pesos (por entonces igual a dólares) de la Secretaría de Inteligencia (SIDE)".
Luego, "le hice la entrega de la plata a un senador en su domicilio" para que lo repartiera, dijo Pontaquarto.
"Ahora quiero recobrar la paz, pero no me arrepiento de (la denuncia) que hice", acotó con gesto de cansancio.
La norma que exigía el FMI y fue finalmente aprobada eliminó derechos laborales. La entidad multilateral la reclamaba para mantener la ayuda financiera al gobierno.
De la Rúa había negado las acusaciones e incluso publicó en 2005 el libro Operación política-La causa del Senado con el fin de desmentir la denuncia.
Actualmente fuera de la política, el exmandatario estaba enrolado en el ala conservadora de la socialdemócrata Unión Cívica Radical (UCR, ahora oposición).
Esta no es la primera vez en Argentina que un exmandatario constitucional es juzgado. Carlos Menem (1989-1999), actual senador, fue condenado en junio a siete años de prisión de cumplimiento efectivo, por su responsabilidad en el contrabando de armas a Croacia y a Ecuador.
Menem también está acusado de encubrimiento en una causa por el atentado a la mutual judía AMIA en 1994, que dejó 85 muertos y 300 heridos.