
Cochabamba, Bolivia. EFE y Redacción. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, criticó ayer a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a medios de comunicación “manipuladores”, a ONG de los países desarrollados y a quienes “satanizan” a los Estados y la política pública.
En un discurso ante la 42.ª Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), en la ciudad boliviana de Cochabamba, dijo que instituciones como ese organismo regional deben “revolucionarse o desaparecer”, para adecuarse a los cambios políticos en la región.
El gobernante ecuatoriano añadió que la Organización de Estados Americanos (OEA) no está al nivel de los nuevos tiempos, que le falta un espacio de toma de decisiones a nivel presidencial y que su burocracia funciona a veces al margen de la realidad continental.
Criticó la CIDH de operar como una de ONG y calificó de “aberrante” que su sede esté en Washington, pese a que Estados Unidos no ha suscrito la Convención Interamericana de Derechos Humanos.
A los medios los acusó de manipular, mentir e injuriar “día a día”.
Sobre la Relatoría de Libertad de expresión de la CIDH, afirmó que no defiende eso, sino “la libertad de extorsión”, y afirmó que él no es “intolerante” con la prensa, sino con la corrupción, la manipulación y la mentira.
Las palabras de Correa recibieron el repudio de la Alianza Regional por la Libre Expresión e Información y la organización Espacio Público.
Ambas consideraron que tales declaraciones “constituyen un ataque directo al Sistema Interamericano de Derechos Humanos y debe ser totalmente rechazado, al constituir una señal clara de querer limitar la autonomía con que trabajan la Comisión y su Relatoría Especial”, expresaron en un comunicado conjunto.