Montevideo. AFP Uruguay inauguró ayer el nuevo Parlamento para el período 2010-2015, dominado por el izquierdista Frente Amplio (FA) y en el que destacan, más que nunca, algunas de las figuras claves de la guerrilla de los tupamaros.
El Movimiento de Participación Popular (MPP), creado por los tupamaros en 1989, tuvo la lista más votada en los comicios parlamentarios del 25 de octubre, por lo que será el de mayor peso en el bloque oficialista.
El FA contará con 50 de 99 diputados en la Cámara de Representantes, y con 16 (más el vicepresidente) de las 30 bancas del Senado.
El MPP cuenta con 37% de los senadores (6) y el 50% de los diputados (25) de la coalición.
El hecho de ser el sector liderado por la exguerrilla –que actuó en los años 60 y 70 y de la que el presidente electo José Mujica fue uno de sus principales líderes– determinó que la legislatura fuera inaugurada por su esposa y exguerrillera Lucía Topolansky, la senadora más votada; y la diputada Ivonne Passada, integrante del MLN, pero sin pasado guerrillero, que presidirá la Cámara Baja.
“Es un evento especial: es la primera vez que coinciden dos mujeres” en la historia del país, dijo Passada, y destacó: “tanto Lucía como yo, no estamos por una cuotificación política y eso no es poco”.
Mujica, que jurará como presidente ante su esposa el 1.° de marzo, pidió a la bancada del FA “un Parlamento más activo y negociador”.
Asimismo, subrayó que habrá “pesados (pesos pesados)” en el Parlamento, en referencia a que los líderes de la oposición ocuparán bancas en el Senado.
En efecto, allí estarán el expresidente Luis Lacalle (1990-1995), del Partido Nacional que perdió el balotaje del 29 de noviembre ante Mujica, así como Jorge Larrañaga, compañero de fórmula de Lacalle.
También ocupará una banca Pedro Bordaberry, secretario del Partido Colorado e hijo del exdictador Juan Bordaberry (1973-1976).
El politólogo Juan Carlos Doyenart destacó que “hace mucho tiempo que no ocurre” que los principales líderes políticos ocupen bancas, “y esto favorece la negociación y le da al Parlamento una relevancia que no tenía”.
De hecho, Mujica anunció que el Parlamento será el centro negociador con la oposición.
Por allí pasarán eventuales acuerdos propuestos por Mujica en seguridad, educación, energía y medio ambiente, pero, sobre todo, la inclusión de los opositores en las empresas públicas y los entes autónomos, que será una de las principales tareas del vicepresidente electo Danilo Astori.
Astori ha propuesto que la oposición no se limite a controlar la gestión en esos organismos, sino que “cogobierne”.