Riad. Arabia Saudí arrestó este sábado a diez príncipes y a decenas de exministros del gobierno, después de que el reino instaurara una comisión anticorrupción, informó la cadena oficial Al Arabiya citando fuentes no identificadas.
“Arrestan a diez príncipes y a decenas de antiguos ministros en Arabia Saudita”, dijo en Twitter la cadena Al Arabiya.
La cadena informó que los príncipes, cuatro ministros y decenas de exministros fueron detenidos en el marco de una investigación por las inundaciones que devastaron la ciudad portuaria de Yedá en 2009.
“La amplitud y la escala de los arrestos parece no tener precedentes en la historia saudita moderna”, dijo Kristian Ulrichsen, analista del Baker Institute de perteneciente a la Universidad Rice.
Este arresto se produce poco después de que un decreto real estableciera una comisión anticorrupción encabezada por el príncipe Mohamed, el heredero de 32 años.
El heredero, que controla sectores estratégicos del gobierno como la defensa y la economía se ha proyectado como un reformador liberal en un reino ultraconservador, con decisiones como el cambio de la legislación para permitir que las mujeres conduzcan.
Muchas de sus reformas son consideradas como un forma de marcar el paso y acabar con las disidencias antes de que haya una transferencia formal del poder de parte de su padre, el rey Salman, de 81 años.
En septiembre las autoridades arrestaron a docenas de personas, incluyendo a influyentes clérigos e intelectuales, una operación que varias organizaciones de derechos humanos denunciaron como una “campaña de represión.
Según páginas web del reino el multimillonario saudita Al Waleed bin Talal está entre los arrestados. Esta información no fue confirmada de forma oficial y el príncipe tampoco pudo ser contactado.
“La supuesta detención del príncipe Al Waleed bin Talal, si esta es cierta, causaría conmoción en la comunidad local y la internacional”, dijo Ulrichsen.
Una fuente de la aviación dijo a la AFP que las fuerzas de seguridad habían inmovilizado aviones privados en el aeropuerto de Yedá, posiblemente para impedir cualquier fuga.
El heredero, que controla sectores estratégicos del gobierno como la defensa y la economía se ha proyectado como un reformador liberal en un reino ultraconservador, con decisiones como el cambio de la legislación para permitir que las mujeres conduzcan.
Muchas de sus reformas son consideradas como un forma de marcar el paso y acabar con las disidencias antes de que haya una transferencia formal del poder de parte de su padre, el rey Salman, de 81 años.
En septiembre las autoridades arrestaron a docenas de personas, incluyendo a influyentes clérigos e intelectuales, una operación que organizaciones de derechos humanos denunciaron como una “campaña de represión”.
El mes pasado el príncipe heredero prometió en un foro en Riad una Arabia Saudí “moderada”, alejada de la imagen de un país árabe considerado durante mucho tiempo como el mayor exportador del wahabismo, una versión rigorista del islam que adoptaron numerosos yihadistas en todo el mundo.