Ciudad del Vaticano. El viaje del Papa Francisco a Chile y Perú, en enero próximo, muy probablemente se enfocará en los problemas que afectan a los pueblos indígenas, y dedicará un día a la Amazonia y una visita a una región afectada por las tensiones con el grupo indígena mapuche de Chile.
El Vaticano difundió el lunes el itinerario del viaje papal que tendrá lugar del 15 al 22 de enero, el 22.° de Francisco al exterior y quinto al continente americano.
El viaje papal previsiblemente abarcará temas importantes para Francisco como pobreza, migración y medio ambiente e incluirá visitas protocolarias, discursos ante obispos y reuniones con jesuitas locales, que son parte de todo viaje al extranjero de Francisco.
La visita papal también podría generar tensión. Vándalos incendiaron un autobús y diseminaron folletos la semana pasada para protestar contra la visita del 17 de enero de Francisco a la región sur de Chile, que los mapuches reclaman como territorio ancestral.
Los mapuches son el grupo indígena más grande de Chile y se resistieron a la conquista durante 300 años, hasta que sufrieron derrotas militares a finales del siglo XIX que los desplazaron a Araucanía, al sur del río Biobío, a unos 800 kilómetros al sur de la capital. Posteriormente, el gobierno alentó a los inmigrantes europeos a colonizar la región.
La mayoría de los 700.000 mapuches son pacíficos y viven en la pobreza, en la periferia de compañías madereras y ranchos propiedad de descendientes europeos. Pero aún conservan un fuerte deseo de obtener su autonomía.
Algunas comunidades mapuches cuentan con facciones radicales que han ocupado y quemado granjas y camiones de transporte de madera para exigir la devolución de sus tierras. A la policía también se les ha acusado de violencia y abusos, como irrumpir en las casas de los mapuches durante operativos y disparar balas de goma y rociar con gas lacrimógeno a mujeres y niños.
Francisco volará el 17 de enero a Temuco, donde oficiará una misa y almorzará con residentes, durante una estancia de seis horas en el lugar. No ha solicitado seguridad especial, informaron los organizadores chilenos.
Su agenda en Temuco “expresa el cariño que tiene el Papa por visitar, reconocer y valorar la sociedad chilena y sus dificultades... Pero sabemos que su visita ayudará al encuentro en el país", dijo monseñor Fernando Ramos, obispo auxiliar de Santiago y responsable de la organización del viaje.
Desde hace tiempo, Francisco ha señalado el calvario de los pueblos indígenas de Latinoamérica, quienes –dice– resultan perjudicados de manera desproporcionada por el deterioro ambiental, los persistentes efectos de la colonización y la economía global moderna que explota los recursos naturales de las naciones pobres en beneficio de los ricos.
El 19 de enero, su primer día completo en Lima, Francisco se enfocará en la Amazonia, almorzará con indígenas en la capital, y pronunciará un discurso.
Su itinerario también incluye una visita a una cárcel para mujeres en Santiago, la primera vez que visitará un centro de detención para mujeres. En muchos de sus viajes, Francisco se ha reunido con reclusos como parte de su compromiso por exhortar a los marginados por la sociedad a no perder la esperanza.
También es posible que toque el tema migratorio en Iquique, una ciudad del norte de Chile en donde migrantes de toda la región viven en la pobreza.
Al igual que en viajes anteriores, Francisco rendirá un tributo especial a un jesuita local: en este caso, a San Alberto Hurtado, un sacerdote chileno del siglo XX que nació pobre y pasó su ministerio ayudando a los pobres e indigentes. Hurtado, quien construyó refugios, escuelas y retiros para los más marginados por la sociedad, falleció en 1952 y fue canonizado en 2005.